Seis naciones occidentales conmemoraron el jueves el 15to aniversario de la ocupación rusa de 20% del territorio de Georgia con la exigencia de que Moscú devuelva las regiones de Osetia del Sur y Abjasia.
Lo seis miembros del Consejo de Seguridad de la ONU —Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Albania, Japón y Malta— dijeron en un comunicado conjunto que la invasión de Rusia a Georgia en 2008 “marcó una tendencia más agresiva” en la política de Moscú hacia sus vecinos, como sucede hoy en Ucrania.
Según la declaración emitida después de las consultas sobre Georgia que sostuvieron a puertas cerradas, los seis países “están resueltos” a ratificar la independencia, soberanía e integridad territorial del país “conforme a sus fronteras internacionalmente reconocidas”.
En agosto de 2008, Rusia libró una corta guerra contra Georgia, que había protagonizado un intento fallido de recuperar el control de la provincia separatista de Osetia del Sur. Moscú reconoció entonces la independencia de Osetia del Sur y de otra provincia separatista georgiana, Abjasia, donde estableció bases militares.
En la declaración leída por el embajador albano Ferit Hoxha afuera del Consejo de Seguridad, donde estuvo flanqueado por diplomáticos de los otros cinco países, se condenó la “brutal invasión” llevada a cabo por Rusia y su continua ocupación de Osetia del Sur y Abjasia, así como sus “medidas dirigidas a la anexión de estas regiones georgianas”.
Las naciones occidentales también reiteraron su condena contra Moscú por sus “continuas provocaciones que van en paralelo con la agresión no provocada e injustificada de la Federación Rusa contra Ucrania”.
Los países destacaron las continuas maniobras militares de Rusia en territorio, mar y espacio aéreo de Georgia, así como la colocación de vallas y otras barreras con alambre de púas, la detención ilegal y secuestro de personas locales, la discriminación contra georgianos étnicos y el daño deliberado de Moscú al patrimonio cultural georgiano.
Las seis naciones dijeron que el conflicto entre Rusia y Georgia debe resolverse por la vía pacífica con base en el derecho internacional, incluida la Carta de Naciones Unidas, la cual prevé el reconocimiento de la integridad territorial de los países, “además de destacar el contexto de la actual agresión de Rusia contra Ucrania”.
El embajador adjunto de Rusia ante Naciones Unidas, Dmitry Polyansky, tachó de “hipócrita” la declaración en un tuit, en el que señaló que Georgia perdió territorio debido a una “apuesta irresponsable”.
Rusia reanudó en mayo los vuelos directos hacia Georgia, y Polyansky dijo que los vínculos de Moscú con el país “han mejorado gradualmente, lo que ha permitido los intercambios económicos y las visitas recíprocas de turistas”.
“Sin embargo, el Occidente rusofóbico no está contento e intenta meter una cuña entre nosotros a toda costa”, agregó. “Esta declaración es una clara ilustración de ello”.
Polyansky dijo que la situación era “especialmente enfermiza e hipócrita”, a sabiendas de que Ucrania se volvió “anti-Rusia” en 2014, cuando Moscú se anexionó Crimea. Ucrania “está siendo sacrificada en estos momentos por Estados Unidos y sus aliados en pos de los intereses geopolíticos occidentales en una fútil guerra subsidiaria que la OTAN libra contra Rusia hasta el último ucraniano”, agregó.