El Senado brasileño aprobó el nombramiento del exministro de Justicia André Mendonça, un pastor presbiteriano, para ocupar un cargo en la corte suprema, en una victoria para el presidente Jair Bolsonaro, quien prometió imponer en el máximo tribunal a un juez “terriblemente evangélico”.
Por 47 votos a favor y 32 en contra, el Plenario avaló el nombramiento de Mendonça, de 48 años, quien ocupará la undécima silla de juez del Supremo Tribunal Federal (STF), en Brasilia, en reemplazo de Marco Aurelio Mello, jubilado desde julio.
En una nota oficial, el presidente del STF, Luiz Fux, indicó que espera su juramento para este año, en una fecha que se estima a mediados de diciembre.
La designación es “un paso para un hombre, un salto para los evangélicos”, dijo Mendonça a la prensa luego de su aprobación.
“El pueblo evangélico ha ayudado a este país y quiere continuar ayudando”, agregó.
La designación del también exministro de la Abogacía General de la Unión (AGU, que representa los intereses del Estado) es vista como positiva para los sectores conservadores, ya que el STF, además de juzgar a autoridades con fueros, marca el rumbo en temas como derechos de las minorías, aborto, drogas o acceso a las armas, muy sensibles en Brasil y que están en el radar de la corte suprema.
“Sé que vendrán decisiones y que seré criticado, pero pueden tener certeza de que intentaré hacer de mi país, un país más justo”, añadió Mendonca.
Antes de la votación en el Plenario, Mendonça respondió durante horas las preguntas de los senadores de la Comisión de Constitución y Justicia (CCJ), y entre otras cosas defendió la laicidad del estado brasileño: “En la vida, la Biblia; en el STF, la Constitución”, declaró.
“Aunque yo sea evangélico, no hay espacio para manifestaciones públicas-religiosas durante las sesiones del Supremo Tribunal Federal”, aseguró el exministro, considerado un conservador en cuanto a costumbres.
“Defenderé el derecho constitucional del casamiento civil de personas del mismo sexo”, le respondió a un senador.
“Apoyo” para Bolsonaro
Mendonça integró el gobierno de Bolsonaro desde que llegó al poder en enero de 2019 con el apoyo fundamental de los evangélicos, un sector al alza en Brasil, donde según una encuesta de Datafolha de enero de 2020 ya representa un 31% de la población.
Para el profesor y abogado de derecho público Michael Mohallem, la aprobación de Mendonça es una victoria, de cara a las elecciones de 2022, para Bolsonaro.
El mandatario defendió el martes su aprobación durante su afiliación al Partido Liberal y en una cena ofrecida en su honor en el Palacio da la Alvorada, la residencia oficial, junto a la plana mayor evangélica.
“Su nombramiento es político. Le permite conservar el apoyo electoral de los evangélicos y además se va a hacer una lectura de que Bolsonaro todavía controla la mayoría en el Senado cuando lo necesita”, explicó Mohallem a la AFP.
Nacido en Santos (Sao Paulo), Mendonça es abogado y se ha especializado en temas de combate a la corrupción. Entre abril de 2020 y marzo de 2021 fue ministro de Justicia y Seguridad Pública. Es pastor de la Iglesia Presbiteriana Esperança, ubicada en Brasilia.
Es el segundo juez de la máxima corte nombrado por Bolsonaro, después de Kassio Nunes Marques en 2020.
Con información de AFP