El poderoso senador demócrata de origen cubano Bob Menéndez se declaró “no culpable” este miércoles ante un juez en Manhattan de los los cargos de soborno, extorsión y fraude de los que le acusa la fiscalía estadounidense.

El senador por Nueva Jersey, de 69 años, y su esposa Nadine Menéndez, también imputada en la misma causa, llegaron de la mano al Tribunal del Distrito Sur de Manhattan en su primera comparecencia ante el juez después de ser inculpados el pasado viernes.

Menéndez sólo habló ante el tribunal cuando cada acusado se puso en pie para reconocer que comprendía los cargos que se le imputaban. Un abogado presentó su declaración de inocencia.

El senador estadounidense, Bob Menéndez, se mostró confiado en que saldrá exonerado de las acusaciones. | Foto: Reuters / Mike Segar

Lingotes de oro y dinero en efectivo

El senador fue puesto en libertad bajo una fianza de 100.000 dólares, y deberá entregar sus pasaportes personales, pero podrá conservar un pasaporte oficial que le permita viajar fuera de Estados Unidos por asuntos del gobierno. El juez le ordenó no tener ningún contacto con sus coacusados, salvo con su esposa. Tampoco puede tener contacto con personal del Senado que conozca los hechos del caso fuera de la presencia de abogados.

Según la fiscalía, el senador demócrata aceptó utilizar su posición oficial para beneficiar a los empresarios Wael Hana, José Uribe y Fred Daibes -también inculpados en la causa- y al gobierno de Egipto a cambio de centenares de miles de dólares y costosos regalos.

En el domicilio en Nueva Jersey de la pareja, que se casó en octubre de 2020, los investigadores encontraron unos 550.000 dólares en efectivo escondido entre ropa, cajas de seguridad y sobres, así como lingotes de oro valorados en más de 150.000 dólares y un auto de lujo donado por uno de los empresarios.

Según las acusaciones de la fiscalía, Menéndez facilitó información sensible a Egipto, incluida información militar, y presionó a varios funcionarios de alto rango del Departamento de Agricultura para adoptar decisiones que habrían beneficiado al monopolio que otorgó el gobierno egipcio al empresario Wael Hana.

Asimismo, habría tratado de influir en la justicia de Nueva Jersey para que abandonara sendas investigaciones criminales contra Uribe y Daibes.

Nadine Menéndez a la salida de la corte en Manhattan. | Foto: Copyright 2023 The Associated Press. All rights reserved

¿Dejará la curul en el Congreso?

El senador, que renunció “temporalmente” a la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense desde la que ejerció influencia en la política exterior del país, ha refutado haber hecho nada ilegal y se ha negado a dimitir de su escaño pese a la fuerte presión que enfrenta.

El lunes, en su primera declaración pública, dijo que las alegaciones son “serias” pero “son solo alegaciones” y se mostró confiado en que será absuelto.

Aun así, los llamamientos para que Menendez dimita siguieron aumentando este miércoles. El senador por Illinois Dick Durbin, el número dos de los demócratas del Senado, declaró que “debería renunciar”.

Más de la mitad de los demócratas del Senado han dicho ahora que Menéndez se expresaron en el mismo sentido, incluido su colega de Nueva Jersey, el senador Cory Booker, quien dijo que el caso incluye “acusaciones impactantes de corrupción y detalles específicos y perturbadores de irregularidades”.

Se trata de la segunda acusación de corrupción en ocho años contra el veterano político de Nueva Jersey, cuyo futuro inmediato puede hacer peligrar la escasa mayoría del Partido Demócrata en el Senado.

Senador desde 2006 y antes miembro de la Cámara de Representantes durante 14 años, Menéndez ha sido un incondicional demócrata en el Congreso durante tres décadas.

Como presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado ha sido un feroz opositor a la normalización de las relaciones con Cuba, acérrimo enemigo de Venezuela y China, y defensor de Israel.

Con información de AP y AFP.