Estados Unidos liberó a Alex Saab, testaferro del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en un canje por diez estadounidenses encarcelados en el país suramericano y la extradición de un contratista de defensa fugitivo conocido como Fat Leonard, acciones que han generado total rechazo y polémica entre los congresistas en el país norteamericano.
“Una decisión lamentable”, publicó en X, antes Twitter, el senador republicano Marco Rubio, presidente de la Comisión de Inteligencia del Senado.
Rubio también se refirió a esta acción de Biden en su página web y dijo, en un comunicado, que “las acciones del presidente Biden para recompensar la toma de rehenes estadounidenses, levantando primero las sanciones, liberando a los sobrinos de Maduro y ahora a Álex Saab, son descaradas”.
El acuerdo representa el intento más atrevido del Gobierno de Estados Unidos hasta el momento por mejorar las relaciones con Venezuela y obtener concesiones del autoproclamado gobernante socialista.
La mayor liberación de prisioneros estadounidenses en la historia del país suramericano sucede semanas después de que el gobierno del presidente, Joe Biden, acordó suspender algunas sanciones en su contra, tras el compromiso de Maduro y de una facción de la oposición de trabajar para lograr condiciones libres y justas para las elecciones presidenciales de 2024.
El senador también señaló: “Como hemos sido testigos a lo largo de esta Administración, esto solo incentivará a los tiranos a seguir manteniendo a los estadounidenses como rehenes”, luego de que se conociera que los estadounidenses liberados por Maduro llegaron al Anexo del Aeródromo Kelly en San Antonio, Texas, el miércoles por la noche.
Saab, el arquitecto de la corrupción en Venezuela
El congresista afirmó que esta liberación afecta a Venezuela directamente, pues “Saab es el arquitecto de la operación de corrupción y lavado de dinero de Maduro que privó de recursos al pueblo”.
Respecto al regreso de Álex Saab, Maduro declaró que “ha triunfado la verdad” sobre la campaña de mentiras, amenazas y torturas que encabeza Estados Unidos contra alguien a quien él considera como un diplomático venezolano que fue detenido ilegalmente por una orden emitida por autoridades estadounidenses.
Funcionarios estadounidenses señalaron que la decisión de concederle clemencia fue difícil, pero esencial para poder traer a casa a los estadounidenses encarcelados, un objetivo central de Washington que en los últimos años ha resultado en la liberación de criminales que alguna vez fueron considerados incanjeables.
Rubio también aseguró que ese intercambio “solo envalentonará a los dictadores para secuestrar a más estadounidenses”, además de que Biden al hacer solo concesiones hacia un narcodictador, cuya única aspiración es mantener su control ilegal del poder, “está condenado al fracaso y debilita la política exterior de Estados Unidos”.
El llamado del senador al presidente estadounidense respecto a Venezuela es no ceder de esta manera y lo que “debe haber es un esfuerzo real por parte de esta administración para abogar por elecciones libres, multipartidistas, transparentes y observadas internacionalmente en Venezuela”.
La Casa Blanca fue muy clara al asegurar que no dudará en restablecer las sanciones en caso de que el Gobierno de Venezuela no cumpla con los compromisos electorales establecidos durante las negociaciones con la oposición. Una recompensa de 15 millones de dólares con el fin de detener a Maduro para enfrentar cargos de narcotráfico en Nueva York también continúa vigente, aseguró.
*Con información de la AP.