En medio de denuncias de fraude por parte de la oposición, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue anunciado como ganador de las elecciones que se disputaron el pasado domingo 28 de julio.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), de línea oficialista, proclamó a Maduro para un tercer mandato consecutivo de seis años, con 5,15 millones de votos (51,2 %), tras el escrutinio de 80 % de los votos. Edmundo González Urrutia, el candidato opositor, recibió 4,45 millones de votos (44,2 %), según este primer boletín.
El anuncio de su reelección fue cuestionado por países como Estados Unidos, Chile, Perú, Costa Rica, Guatemala, Argentina, España, Uruguay y hasta la Unión Europea, que pidió “total transparencia” en el recuento de votos.
Ante la controversia, el senador estadounidense Marco Rubio, un fuerte crítico del régimen venezolano, compartió en su perfil de la red X la foto de la recompensa por 15 millones de dólares que ofreció en 2020 el Departamento de Justicia de Estados Unidos por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro.
En marzo de ese año, el gobierno de EE. UU. acusó al mandatario venezolano de delitos como narcoterrorismo, tráfico de drogas, lavado de dólares, posesión de armas, entre otros, por lo que ofreció la millonaria recompensa.
“Maduro ayudó a administrar y, en última instancia, a liderar, el Cartel de los Soles, una organización venezolana de narcotráfico compuesta por funcionarios venezolanos de alto rango, mientras ganaba poder en Venezuela en una conspiración de narcoterrorismo corrupta y violenta con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)”, de acuerdo con el gobierno norteamericano.
La decisión cobija, además, a otros funcionarios del régimen chavista por quienes las autoridades estadounidenses también adelantan procesos por esos delitos y solicitó sus capturas.
De acuerdo con la acusación del Departamento de Justicia de EE. UU., Maduro habría recibido cinco millones de dólares de la guerrilla de las Farc en 2006, cuando era canciller del fallecido Hugo Chávez.
El Departamento de Estado agregó entonces que el mandatario “negoció envíos de varias toneladas de cocaína producida por las Farc; ordenó al Cartel de los Soles que proporcionara armas de grado militar a las Farc; durante su mandato como Canciller coordinó las relaciones exteriores con Honduras y otros países para facilitar el narcotráfico a gran escala; solicitó la asistencia de los líderes de las Farc para entrenar a un grupo de milicias no autorizado que funcionaba, en esencia, como una unidad de las fuerzas armadas del Cartel de los Soles”.
“Durante más de 20 años, Maduro y un alto número de aliados conspiraron supuestamente con las Farc provocando que toneladas de cocaína entraran y devastaran comunidades estadounidenses”, señaló en aquel entonces el exfiscal general William Barr, quien presentó cargos contra Maduro y otras 14 personas en tribunales de Nueva York, Miami y Washington.