Autoridades italianas se manifestaron impactadas por un sensible caso de tortura que obligó a que en medio de una operación, sus agentes capturaran a dos menores de 15 años en la ciudad de Caltanissetta, al sur de su país, señalados de ser los victimarios de un menor de 13 años, en hechos ocurridos el pasado mes de septiembre.
La noticia revelada a medios internacionales el pasado miércoles, 4 de enero, también reporta que los menores detenidos fueron conducidos a un centro correccional, donde deberán permanecer en el marco de las investigaciones.
De acuerdo con lo precisado por medios italianos, los hechos ocurrieron cuando los dos jóvenes de 15 años atrajeron a otro niño, menor que ellos, hasta un garaje ubicado en una de las casas de los dos victimarios, y allí arremetieron violentamente contra este, sometiéndolo a torturas.
En medio de los hechos indebidos adelantados contra el joven de 13 años, se conoció que estos procedieron a ‘inmovilizarlo’, atándolo de pies y manos, y aferrándolo a una silla, mientras que sus manos y boca fueron envueltos en la denominada cinta pegante de ‘embalar’, la misma usada en los trasteos.
Según precisa el informe de las autoridades italianas, una vez inmovilizado el joven, sus victimarios procedieron a realizar fuertes golpes por todo el cuerpo, siendo lastimado con puños y patadas, a la vez que insultado y sometido a otros tratos de humillación como ‘escupitajos’ en la cara, y una serie de intimidaciones con un arma cortopunzante.
De acuerdo con información recogida por medios internacionales, las amenazas infringidas sobre el joven incluso llevaron a que sus agresores decidieran ‘bañarlo’ en un extraña sustancia, al parecer una mezcla de agua y aceite de motor, amenazando a su vez con prenderle fuego.
Según el reporte, se estima que las torturas en contra del niño de 13 años se extendieron por espacio de una hora, en la que los agresores también le advirtieron a su víctima que podrían volver a agredirlo si se atrevía a delatarlos sobre los malos tratos que le estaban infligiendo, situación que parecía haber logrado coaccionar al menor.
No obstante, tras ser liberado, la víctima presentó algunos comportamientos extraños en el ámbito familiar, lo que prendió las alarmas al interior de su círculo cercano; sus padres fueron quienes le notaron asustado, nervioso, ansioso, y con episodios repentinos de llanto.
Debido a lo observado, la madre del menor decidió insistir para que este revelara las situaciones que lo hacían tener esos comportamientos, llevando a que, debido a la insistencia de la mujer, el adolescente terminara revelando detalles del caso de matoneo y violencia al que había sido sometido.
Al parecer, una de las motivaciones del ataque en contra del joven radica en que este había denunciado con antelación algunos escenarios similares de los que habían sido objeto otros de sus amigos por parte de los mismos victimarios, lo que despertó una suerte de ‘sed de venganza’.
Así, tras evidenciar los escenarios y el peligro al que había sido expuesto su hijo, la madre procedió a interponer la denuncia en contra de los menores de 15 años; situación que posteriormente condujo a que las autoridades judiciales, al avanzar en la investigación, estimaran el arresto como medida cautelar.
De momento, según medios internacionales, ha trascendido que los jóvenes, cuya identidad no es revelada por cuestiones de protección a los menores, fueron puesto disposición de la justicia, y actualmente cursa en su contra una investigación por los delitos de tortura, secuestro, amenazas y lesiones agravadas.
En ese mismo sentido, la conducta tendría como agravante que, de acuerdo con las investigaciones, esta no sería la primera vez que los menores recurren a la práctica de esa clase de comportamientos violentos, aclarando que estos también han recurrido a ‘violencia psicológica’.