Autoridades de Perú han encendido las alarmas frente a la situación de sequía que actualmente atraviesa su territorio por falta de lluvias, y han alertado sobre los efectos que esto tendrá para el suministro del servicio hídrico en algunas de las principales ciudades del país entre las que se destacan Lima y Callao.
De acuerdo con medios locales, las autoridades de ese país han lamentado la falta de lluvias en la región central del país, y han admitido que la falta del recurso hídrico obligará a posiblemente tener que poner en marcha un plan para racionalizar el recurso, en tanto, con los recursos existentes, no se alcanza cubrir la cuota de 132 millones de metros cúbicos de agua que se requieren en la presente temporada de final e inicio de año, para abastecer a las 10 millones de personas que habitan la región.
En ese sentido, según pronósticos de las autoridades meteorológicas de Perú, más exactamente el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú, Senamhi, citados por medios locales, se calcula que solo se alcanzará a recaudar un total de 100 millones de metros cúbicos del recurso, lo que pone de manifiesto un ingente déficit que deberá buscar ser solventado desde la conciencia misma de la ciudadanía a través del uso racional y responsable de este.
De igual forma, medios locales en Perú también han anotado que esta nueva crisis pone en manifiesto incluso la insuficiencia de las medidas que se han tomado en los últimos años y que habían llevado a que ciudades como Lima tuvieran que recurrir a nuevos afluentes hídricos para responder a sus requerimientos de agua, pues la fuente otrora encargada de surtir a toda la ciudad, el río Rímac, es insuficiente para tal labor desde hace cerca de 15 años, lo que refiere que la situación actual ha sido el resultado de un proceso que se venía evidenciando hace algunos años, y sobre el que no se habían tomado las respectivas medidas, poniendo ahora en jaque a las autoridades.
En ese sentido, el referido río Rimac solamente responde a los requerimientos de la ciudad entre los meses de mayo y octubre, mientras que el agua consumida en la ciudad el resto del año era proveniente de otros sectores del país, más precisamente de la llamada ‘sierra central’, la cual ahora también evidencia un déficit de agua producto de la ausencia de lluvias.
Si bien esta letra se presenta para este cierre de año 2022 y comienzo del 2023, las autoridades han advertido que esta solo puede ser la ‘punta del iceberg’, y que el verdadero problema podría verse reflejado en los próximos años, más aún si la comunidad no toma conciencia sobre la situación y la amenaza a futuro próximo.
El fenómeno ha sido relacionado con el cambio climático que también ha tenido sus efectos en otras partes del mundo, no solo evidenciadas en las sequías, sino en las consecuencias mismas que ello tiene sobre la cotidianidad, e incluso sobre las capacidades de responder a necesidades básicas como la alimentación, haciendo las consecuencias más fuertes del fenómeno, proyectadas para las ‘nuevas generaciones’, hubiese tenido que comenzar a ser vivida desde la actual.
En ese sentido, autoridades de Perú, sobre el problema del desabastecimiento de agua, ha llamado la atención de la ciudadanía, apuntando que la escasez referida, no solo es producto de la sequía, sino también del ‘uso irresponsable’.
En ese sentido, medios locales han advertido que si bien instituciones como la OMS han calculado el consumo per cápita diario de agua en entre 50 y 100 litros, en el caso de la capital peruana, esa cifra se supera con creces, llegando incluso a duplicar la veta máxima; un comportamiento que se ha hecho evidente en los últimos años donde se refieren más y peores prácticas de consumo.
Frente al particular, los expertos han lamentado que en ciudades como Lima, debido a su geografía, las zonas más afectadas por el desabastecimiento sean precisamente las zonas altas o marginales; comunidades que casualmente son las que mejores prácticas de ahorro de agua han demostrado.
¿Racionamiento a la vista?
Precisamente, frente al actual panorama, las autoridades peruanas han advertido que no descartan el poner en marcha un plan para obligar a las comunidades a efectuar mejores prácticas de consumo de agua, lo que entraría en práctica en un escenario como el evidenciado en el que no se cuenta con suficiente agua para abastecer a toda la población.
En ese sentido, una de las alternativas estaría dada por la ‘dosificación del recurso’, una práctica que ya ha tenido que ponerse en marcha en ciudades como Cusco.
Así, las autoridades locales de Lima han advertido que si bien actualmente la ciudad se da el lujo de suministro las 24 horas, podría presentarse un escenario en que el suministro solo pueda darse en horas específicas.
Por lo anterior, las autoridades correspondientes, como el Sedapal, han llamado a evitar el escenario, mitigándolo a través de mejorar las dinámicas de consumo, evitando a su vez el desperdicio del codiciado recurso.