La Corte Suprema de Estados Unidos aceptó este miércoles examinar el tema de la inmunidad penal invocada por el expresidente Donald Trump y lo hará a finales de abril, pocos meses antes de las presidenciales de noviembre.
Acusado de cuatro cargos penales, el gran favorito para la nominación presidencial republicana trata de retrasar al máximo los juicios interponiendo recursos.
El 6 de febrero, un tribunal federal de apelaciones desestimó que Trump tuviera inmunidad penal, reabriendo el camino para que se le juzgue en Washington por su presunto intento de alterar los resultados de las elecciones de 2020.
El tribunal de apelaciones dejó en suspenso el fallo para darle a Trump la oportunidad de apelar ante la Corte Suprema, lo que llevó a la jueza Tanya Chutkan a anunciar el aplazamiento del juicio, inicialmente previsto para el 4 de marzo.
La Corte Suprema dijo que abordaría el tema de “si un expresidente disfruta de inmunidad presidencial frente a un proceso penal por conductas que supuestamente involucran actos oficiales durante su mandato, y, de ser así, en qué medida”.
El fiscal especial Jack Smith, que investiga el caso, recomendó a la Corte Suprema que no aceptara a trámite el caso, pero, si lo hacía, que fijara un calendario acelerado.
En su decisión del miércoles, la Corte Suprema satisfizo en parte a Donald Trump al no permitir que la decisión de apelación entre en vigor hasta que se pronuncie.
Pero programando los debates para “la semana del 22 de abril” accede, en cambio, a la petición del fiscal especial de adelantar el plazo.
En sus alegatos, Jack Smith subrayó la “importancia nacional única de este caso penal”, en el que un expresidente es “procesado penalmente por haber intentado permanecer en el poder impidiendo al legítimo ganador de las elecciones asumir sus funciones”.
Los abogados de Trump aducen “inmunidad absoluta”.
“A los efectos de este caso penal, el expresidente Trump se ha convertido en ciudadano Trump, con las mismas protecciones que cualquier otro acusado. Pero cualquier inmunidad ejecutiva que podría haberlo protegido cuando era presidente en el cargo, ya no lo protege”, escribieron los tres jueces de apelación en su fallo, confirmando uno emitido en diciembre en primera instancia por la jueza Chutkan.
Si gana las elecciones de noviembre, Trump podría ordenar el fin de los procedimientos federales abiertos contra él una vez que tomará posesión del cargo en enero de 2025.
El máximo tribunal también escuchará una apelación en abril de una de las más de 1.200 personas encausadas por los disturbios del Capitolio. El caso podría dar al traste con la acusación presentada por la fiscalía contra más de 300 personas, entre ellas Trump.
El caso de interferencia electoral del fiscal especial Jack Smith en Washington es uno de los cuatro procesos a los que se enfrenta Trump mientras intenta regresar a la Casa Blanca.
Este no es el único caso en el que el expresidente Donald Trump se ve implicado, pues a lo largo de su campaña presidencial por volver a la Casa Blanca, han sido varios los casos que mantiene abiertos por diversas acusaciones, entre ellas difamación a la escritora E. Jean Carroll.
*Con información de AFP y AP.