Aunque los comentarios con los que el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, intentaba justificar el incremento de los ataques sexuales en Davao fueron recibidos en medio de risas y aplausos, una vez se conoció el video de las declaraciones, el mundo no estuvo nada contento y criticó duramente sus palabras.
Como si fuera un show de televisión, la audiencia celebraba sin inmutarse la nueva salida en falso de Duterte, quien fue alcalde de Davao antes de llegar a la presidencia. "Ellos dicen que Davao tiene muchos casos de abuso sexual, si aquí hay muchas mujeres bonitas, habrá muchas violaciones", dijo el presidente para preguntarle retóricamente a quienes lo escuchaban: "¿Estaremos de acuerdo al inicio? ¿Lo estarán las mujeres?" No, nadie lo hará, se respondió. Puede leer: Asesino en jefeMientras la Policía Nacional de Filipinas, aseguraba que Davao es el lugar del país con el mayor número de casos de asaltos sexuales (42 violaciones en el segundo trimestre de 2018), el presidente convirtió las cifras en un chiste. Y no es la primera vez que Duterte, un mujeriego confeso, hace bromas con este tipo de situaciones. Sus comentarios le han dado la vuelta al continente y su lenguaje, poco cuidadoso, ha irritado a muchos. Uno de los más controversiales fue su declaración sobre la violación y posterior muerte de Jacqueline Hamill, una misionera australiana. En ese momento, el presidente se refirió a la belleza de la víctima y dejó ver su visión machista sobre las mujeres. "Violaron a todas las mujeres…Había una misionera australiana. Cuando vi su cara, me dije: maldita, es una lástima”.Le recomendamos: Rodrigo Duterte: El monstruo del PacíficoEn sus peleas públicas también ha arremetido contra la ONU y hasta el mismísimo papa Francisco. El polémico presidente también ha sido tendencia por reconocer públicamente haber asesinado criminales. “Solía hacerlo personalmente, solo para mostrarles a los muchachos que si yo podía hacerlo, por qué no ellos”, dijo en una ocasión. Para muchos, Duterte es un personaje que solo despierta odios, un populista sin filtro que gobierna un pueblo indiferente que celebra los insultos, las amenazas y los asesinatos. Eso se vivió anoche, cuando los filipinos, sin parpadear, se rieron de una frase que seguramente en otro país hubiera sido duramente cuestionada.