Estados Unidos atraviesa su momento más complejo por el coronavirus. Mientras las autoridades de salud buscan que la población utilice el tapabocas, cada vez son más los casos que se registran en varios estados del país. Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, manifestó esta semana que si todas las personas usaran este implemento, se podría controlar la enfermedad en tan solo ocho semanas. El funcionario del principal ente de control de temas referentes a salubridad citó un estudio que muestra los beneficios del uso del tapabocas en una publicación en el ‘Journal of the American Medical Association‘.
Los autores presentan datos de que antes de la implementación del uso de tapabocas universal a finales de marzo de 2020, las nuevas infecciones de personal de la salud por contacto directo o indirecto con el paciente aumentaban exponencialmente, de 0 a 21,3 por ciento (un aumento promedio de 1,16 por ciento por día). Sin embargo, después de que se estableció la política de enmascaramiento universal, la proporción de trabajadores sanitarios sintomáticos con resultados positivos en las pruebas disminuyó constantemente, del 14,7 al 11,5 por ciento (una disminución media del 0,49 por ciento por día). Según los investigadores, el uso de este implemento que cubre la boca y la nariz con materiales filtrantes tiene dos propósitos: protección personal contra la inhalación de patógenos y partículas nocivas, y control de fuente para evitar exponer a otros a microbios infecciosos que pueden ser expulsados durante la respiración. Al principio de la pandemia, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomendaron que cualquier persona sintomática por sospecha de enfermedad por coronavirus 2019 (covid-19) debe usar una cubierta facial durante el transporte a la atención médica y antes del aislamiento para reducir la propagación de las gotículas respiratorias. Después de que los datos emergentes documentaron la transmisión del SARS-CoV-2 de personas sin síntomas, la recomendación se amplió a la comunidad en general, con énfasis en los revestimientos faciales de tela que podrían estar más ampliamente disponibles en la comunidad que las máscaras quirúrgicas para preservar el personal.
“Ahora, hay amplia evidencia de que las personas sin síntomas transmiten infección y pueden ser el motor crítico necesario para mantener el impulso epidémico”, señala la publicación. La otra recomendación que se reitera en la publicación es la importancia de tener poca exposición con las demás personas y mantener distancia de dos metros, además de tener el menor contacto posible en sitios cerrados. “Para la persona que evalúa el riesgo de exposición personal cuando sale en público: minimizar el número de contactos fuera del hogar, mantener una distancia física de al menos dos metros y limitar la cantidad de tiempo alrededor de los demás, especialmente en interiores y en áreas con poca ventilación”, explicó. Además se citó un caso de dos peluqueras que tuvieron 139 clientes estando contagiadas, sin saberlo, pero ninguno de ellos se enfermó porque las estilistas usaron el tapabocas correctamente.
“El tapabocas ayudó a prevenir la transmisión del SARS-CoV-2 de dos peluqueras infectadas sintomáticamente en un salón de belleza en Springfield, Missouri. Antes de que se les diagnosticara covid-19, las estilistas habían atendido a 139 clientes, pero se les exigió que usaran máscaras en todo momento mientras trabajaban con ellos. Después del seguimiento del contacto de salud pública con los clientes de la peluquería y luego de 2 semanas de seguimiento, no se identificaron síntomas de covid-19 entre los clientes expuestos o sus contactos secundarios”.