Mientras las autoridades de Tailandia avanzan en la investigación del crimen del médico colombiano Edwin Arrieta, quien fue presuntamente asesinado y descuartizado por el chef español Daniel Sancho, el círculo cercano del principal sospechoso emitió un comunicado en el que intentan convencer a la opinión pública de las cualidades personales del confeso asesino.
La nota, publicada por los abogados de la familia Sancho que acompañan el caso, no cita a ninguna fuente en particular, sino que habla en nombre del grupo de amigos más íntimo del chef, a quien no dudaron de llenar de elogios.
“Nos sentimos sorprendidos y condenamos los hechos acontecidos. Daniel es una persona amable, generosa y cariñosa que siempre ha cuidado de los demás sin esperar nada a cambio. Estos hechos nos generan un desconcierto absoluto”, señala la primera parte del texto, que fue revelada por parte de la defensa del principal y único sospechoso.
En el mismo texto, aseguran que esperan que la justicia actúe de forma “transparente” y que es necesario “confiar en el proceso judicial” que se adelanta por parte de las autoridades tailandesas.
Así mismo, en otra de las partes del texto, los amigos del chef aseguran que se han sentido “perseguidos” por los medios de comunicación y que nadie del entorno íntimo del sospechoso ha dado declaraciones a la prensa, por lo que aseguran que la información que ha circulado en varios portales debería tomarse con algo de reserva.
“Queremos hacer hincapié en que el círculo cercano no ha proporcionado ninguna información a los medios de comunicación, pese a habernos visto perseguidos. Todo lo que ha circulado no procede de nuestro círculo más íntimo, por lo que cuestionamos la veracidad de esas fuentes. Según hemos podido saber, algunas de esas personas son simplemente conocidos o no tienen ninguna relación con él desde hace años. Es crucial recordar que la investigación tailandesa está llevando a cabo una investigación para esclarecer lo sucedido”, cita el texto.
Para finalizar, dejan en el aire una frase sobre la veracidad de los hechos, los mismos que Daniel Sancho confesó a la policía de Tailandia en el momento de su captura, pues aseguran estar a la espera de que “la verdad prevalezca”.
“Pedimos a todos que confíen en el proceso legal y eviten juicios precipitados o basados en información no contrastada. La opinión pública debe ser cauta y respetuosa en este momento, permitiendo que se revele la verdad a través de los canales apropiados. Apreciamos el apoyo recibido durante este difícil periodo. Juntos esperamos que la verdad prevalezca”, concluye el comunicado emitido pro los amigos de Daniel Sancho.
¿Había un tercero ayudando a Daniel Sancho?
En medio de las investigaciones que adelantan las dos familias, la de Edwin y la de Daniel, surgió una pregunta que alertó a las autoridades tailandesas: ¿Daniel Sancho contó con ayuda de otra persona para desmembrar a Edwin Arrieta?
La pregunta la hizo Ramón Chipirrás, un criminólogo y abogado que contrató la familia de Sancho para investigar este suceso que conmocionó el país y parte del mundo. “Alguien más ha intervenido en esto, por tiempo y porque tenemos acceso a cierta información que nos dice que estos restos que han encontrado los sanitarios no los podía haber hecho una sola persona”, dijo Chipirrás a medios internacionales.
El abogado aseguró que “hay determinados factores” que dan indicios de que tuvo ayuda inicial de alguien. Entre esas las partes encontradas en un Kayak en el mar y una factura “que se encontró en la bolsa de basura”.
Daniel Sancho estará detenido hasta que la justicia tome una decisión sobre el caso, dijo el viernes a la AFP el responsable de la prisión. El hombre de 29 años de edad se encuentra en una prisión en la turística isla de Koh Samui en un régimen de aislamiento como parte del dispositivo para evitar la expansión del covid-19 entre los internos.
“Será puesto en detención (ordinaria) el 17 de agosto y permanecerá allí hasta que el tribunal haya decidido el caso”, dijo Watcharapong Boonsaior, jefe de la prisión de Koh Samui.
La ley tailandesa establece un plazo máximo de 84 días hasta el inicio del juicio desde que el preso entra en un régimen ordinario de detención, con lo que este debería empezar como máximo a principios de noviembre.