El fenómeno del planeta retrógrado, como se le conoce en el mundo de la astronomía, ha fascinado e inquietado a los estudiosos desde hace muchos siglos. Ahora vuelve a hacerlo, porque no es un solo astro sideral el que lo experimenta por estos días, sino siete de los planetas que conforman el sistema solar, del que hace parte la Tierra.
Por supuesto, en el pasado, muchos lo atribuyeron a causas sobrenaturales, pero la ciencia ha logrado darle una explicación lógica.
Resulta que los planetas, comparados con las estrellas fijas, parecen moverse hacia el este.
Sin embargo, a veces dan la impresión de detenerse brevemente y moverse durante algunos meses hacia el oeste, es decir, como si giraran hacia atrás.
Luego, hacen de nuevo una pausa y retoman la dirección habitual hacia el este. Para los astrónomos eso es un movimiento retrógrado.
Es muy común relacionar al planeta Júpiter con el fenómeno, pero desde el 23 de agosto pasado son varios los planetas que presentan esta situación, de acuerdo con la NASA: Mercurio, Venus, Neptuno, Saturno, Plutón, Urano y el propio Júpiter.
De acuerdo con la conocida entidad espacial estadounidense, “(el movimiento retrógrado) no es real en el sentido de que el planeta no comienza físicamente a moverse hacia atrás en su órbita. Simplemente, parece hacerlo debido a las posiciones relativas del planeta y la Tierra, y cómo se mueven alrededor del Sol”.
De acuerdo con el sitio especializado en astronomía Earth Sky, para entenderlo mejor es preciso remitirse a una experiencia terrenal como cuando se adelanta un auto en carretera.
Cuando un conductor se acerca a un vehículo que va más lento, sentirá que se mueve a su misma velocidad.
Pero, una vez que está más próximo a él y lo adelanta, le parecerá que el carro más lento se dirige hacia atrás por un momento.
En la medida en que el conductor avanza, le volverá a parecer que el otro carro reanuda su dirección hacia adelante.
Sin embargo, no siempre el movimiento retrógrado de un planeta se debe a una ilusión producto de la física, sino que, de acuerdo con EarthSky, puede ser real.
“Venus, por ejemplo, gira sobre su eje en dirección opuesta a cualquier otro planeta del sistema solar. Si las nubes alguna vez se separaran, los hipotéticos venusianos verían salir el sol por el oeste y ponerse por el este. Para los astrónomos, de acuerdo con eso, Venus gira de forma retrógrada”, explica la web.
El fenómeno también se da en algunas lunas o satélites. Por lo general, estos astros giran en la misma dirección en que lo hacen sus planetas, pero se dan excepciones como Tritón, la luna más grande de Neptuno, que orbita en el sentido opuesto a este.
Esta visión clara del fenómeno no siempre ha sido así.
Hay que recordar que, durante largo tiempo, se creyó que la Tierra era el centro del universo y los primeros astrónomos se esforzaron por explicar el fenómeno de los planetas retrógrados a partir de esa concepción.
Así, como lo anota Earth Sky, “teorizaron que cada planeta no sólo orbitaba la Tierra, sino que también giraba alrededor de un punto móvil en su órbita conocido como epiciclo”.
Por supuesto, ahora que siete planetas están atravesando por este fenómeno, no falta la inquietud acerca de cómo puede afectar ello el destino de los terrícolas.
Interrogada al respecto, la astróloga Bryanna Collier le explicó a CBC que “el aparente movimiento retrógrado de los planetas proporciona un necesario servicio de limpieza cósmica”.
En otras palabras, si un planeta entra en esta situación, su poder disminuye sobre las personas y ello debería animar a las personas a hacer una pausa, reflexionar y redefinir su camino hacia adelante.
“Las inconsistencias y los malos hábitos a menudo salen a la luz durante los ciclos retrógrados, pero igualmente ello destaca áreas de mejora”, señaló la experta.