La situación actual en Afganistán no deja en silencio a nadie, pues varios líderes mundiales se han pronunciado sobre el conflicto social y político que vive la nación de Oriente Medio y han expresado su preocupación por la situación de miles de hombres, mujeres y niños que quedaron a merced de los talibanes, luego de la retirada de los Estados Unidos.

Uno de los que más se ha mostrado preocupado por la situación es el papa Francisco, quien en reiteradas ocasiones ha hablado de la difícil situación por la que están pasando los ciudadanos de este país, tan afectado por la guerra.

En una entrevista con la radio española COPE, el máximo jerarca de la Iglesia católica señaló que sigue con “gran preocupación”, por lo que está ocurriendo en ese país, en donde peligran los derechos de las mujeres y la seguridad de hombres y niños.

El papa rezó el Angelus desde el hospital donde permanece durante su recuperación. | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved

Así mismo, indicó en la entrevista, que se emitirá completa mañana miércoles, que en la salida de las tropas de Estados Unidos y de la Otan no se tuvieron en cuenta todas las eventualidades. “Por lo que se ve aquí no se tuvieron en cuenta, parece, no quiero juzgar, no se tuvieron en cuenta todas las eventualidades”, dijo Su Santidad.

Luego, un periodista de la cadena le preguntó sobre el papel que está desarrollando El Vaticano para interceder entre la población y las represalias de los talibanes, ante lo que el Papa destacó que el Estado está moviendo a sus diplomáticos para evitar que existan estas “venganzas”. “Estoy seguro de que la Secretaría de Estado lo está haciendo”, con relación a estas movidas diplomáticas, dijo el papa.

Estados Unidos salió definitivamente el lunes

El ejército estadounidense se retiró completamente de Afganistán en la noche del lunes al martes, anunció el Pentágono, dejando el país en manos de los talibanes, sus enemigos en una guerra de 20 años.

En la madrugada de Kabul, talibanes y seguidores suyos celebraron ese momento histórico, doloroso para el presidente estadounidense Joe Biden, con disparos, fuegos de artificio y gritos de alegría.

“Hemos hecho historia”, se congratuló Anas Haqqani, responsable del movimiento talibán, una vez los últimos soldados estadounidenses habían salido del país, culminando dos semanas de evacuaciones precipitadas, incluso caóticas.

Mediante un comunicado difundido por la Casa Blanca, el presidente Joe Biden confirmó el término de la misión, agradeció a los mandos militares y a la tropa “su coraje, profesionalidad y resolución” y anunció que este martes se dirigirá a la nación para explicar su decisión de no ampliar el plazo para la retirada, por “recomendación unánime del Alto Estado Mayor y todos los mandos sobre el terreno”.

Último soldado de EE. UU. abandona Afganistán | Foto: Comando Central de Estados Unidos

Sobre los estadounidenses que siguen en suelo afgano, Biden aseguró que “los talibanes han dado su palabra de que permitirán la salida segura y la comunidad internacional se encargará de que cumplan lo prometido”. En ese sentido añadió: “eso incluye reabrir el aeropuerto para permitir salir a estadounidenses, afganos o nacionales de terceros países, así como para la llegada de ayuda humanitaria”.

El mandatario terminó su breve comunicado con un homenaje a los 13 soldados muertos el jueves, “que dieron sus vidas por salvar las de decenas de miles”, citándolos con nombre, apellidos y rango. El secretario de Estado, Antony Blinken, abundó en el mensaje de Biden sobre el necesario compromiso de los talibanes. “Tendrán que ganarse la legitimidad y el apoyo de la comunidad internacional”, dijo.

El Pentágono había admitido el lunes que no pudo evacuar a tantas personas de Afganistán como hubiera querido, un fracaso que despertó vivas críticas en la oposición republicana.

El presidente abandonó “a estadounidenses a la merced de terroristas”, aseguró el líder de la minoría republicana en el Congreso, Kevin McCarthy.

El secretario de Estado Antony Blinken anunció la suspensión de su presencia diplomática en Afganistán y el traslado de las operaciones a Doha (Catar), desde donde seguirá “ayudando” a los entre 100 y 200 estadounidenses que estiman que se quedaron en el país.