El caso de desaparición de un menor más publicitado en los últimos años ha vuelto a las primeras planas, luego de que las autoridades identificaran, por fin, a un sospechoso que ofrece amplias condiciones para creer que es el autor del crimen.
Por estos días, el conocido rostro de Madeleine McCann, la pequeña inglesa que se esfumó en 2007 cuando pasaba vacaciones con su familia en el balneario portuqués de Praia da Luz, ha vuelto a ser noticia, a causa de las pesquisas que la policía local realiza en zonas frecuentadas por el alemán Christian Brueckner, un convicto por varios crímenes de abuso de menores.
Las agencias internacionales han difundido fotografías de la intensa búsqueda en la presa Arade, un cuyas orillas son utilizadas para hacer picnics por los lugareños y turistas, pero que el criminal solía llamar su “pequeño paraíso”, según un amigo de él que alertó a la policía acerca de la posibilidad de que él tuviera que ver con la desaparición de McCann.
Aunque hasta el momento no se han hecho hallazgos concluyentes, los investigadores están a la espera de los análisis de algunos objetos hallados en la zona.
Sin embargo, de acuerdo con el Daily Mirror de Londres, están muy interesados en encontrar un arma y una cámara de video que pudieran ser piezas claves para aclarar qué paso con la niña.
Aunque la policía parece haber “peinado” ya la zona de los picnics, aún le quedan al menos otros dos sitios donde realizar la misma exhaustiva búsqueda con toda clase de equipos, pues el sospechoso también merodeaba por ahí.
La policía ha designado estos sitios de interés, con base en unas 8.000 fotografías que fueron confiscadas en una investigación referente a otro caso. Muchas de ellas fueron tomadas en Praia da Luz y sus zonas aledañas y de ahí el que las autoridades hayan volcado su atención en ellas.
En particular, la policía cree que Brueckner no tomó las imágenes por mera diversión, sino porque podrían ser un registro de los sitios donde cometió sus fechorías.
En realidad, el caso de Madeleine McCann tomó un nuevo aire en Alemania, la patria del sospechoso, quien actualmente está en prisión, pagando una pena por la violación de una mujer en Praia da Luz en 2005, dos años antes de la desaparición de la niña inglesa, quien tiene o tendría hoy 19 años.
Un amigo de Brueckner le contó a la policía alemana que él había estado en la zona por los días en que Madeleine se perdió, una noche en que sus padres salieron a cenar con amigos y la dejaron durmiendo en su casa.
De hecho, el reo también es sospechoso de una serie de crímenes de la misma índole sexual, cometidos en el área de Praia da Luz entre 2000 y 2017, es decir, que McCann bien podría contarse entre sus víctimas.
En 2020, las autoridades alemanas encontraron una colección de memorias portátiles, o USB, que pertenecían a Brueckner y que contenían grandes cantidades de pornografía infantil. Ello en medio de la investigación por la desaparición de otra niña, Inga Gehricke, de cinco años, en 2015.
El paquete también contenía las instantáneas que han llevado a las nuevas pesquisas.
El hallazgo, en los alrededores del pueblo de Neuwegersleben, estado de Hanover, fue mucho más macabro, si se tiene en cuenta que el material estaba junto a un perro muerto en un basurero, por el sector donde Bruecker solía vivir en una fábrica abandonada. En otras revisiones de sus pertenencias, se le han encontrado, así mismo, huesos de animales muertos.