Hace un año la palabra ‘indignado’ estaba en todas partes. El 15 de mayo decenas de jóvenes se tomaron la Plaza del Sol en Madrid. A los dos días ahí ya acampaban 10.000 personas y el movimiento se había regado por toda España. La protesta, que rechazó a los políticos al grito de “no nos representan”, duró varias semanas y fue el nacimiento de una nueva forma de militancia, horizontal, pacífica y deliberativa que tuvo un impacto global. Esta semana el 15-M cumple años y hay polémica, pues la Alcaldía de Madrid no autorizó ocupar el lugar por más de diez horas diarias entre el 13 y el 15 de mayo. Los Indignados no quieren repetir la acampada, pero sí tener un espacio para hacer “asambleas permanentes”. La Policía ya anunció que movilizará a más de 2.000 agentes y filtrará las entradas a la plaza de oso y el madroño. Por eso muchos piensan que el aniversario del 15-M no promete ser tan feliz.