El asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniye, en territorio iraní la semana pasada ha provocado una tormenta geopolítica entre Israel, que no se ha atribuido el ataque, e Irán, que acusa formalmente a la nación judía de poner una bomba en su capital, Teherán, y matar a un protegido por el régimen islamista del país, acusado de ser uno de los cerebros detrás de los ataques del 7 de octubre.
Según informaciones filtradas a la prensa, dos iraníes reclutados por el Mossad que pertenecían a la Guardia Revolucionaria, quienes tenían la misión de proteger al líder del grupo radical islamista, pusieron una bomba debajo de la cama de Haniye. Luego, los guardias abandonaron el país gracias a las tropas israelíes de inteligencia y, nueve horas después, el dispositivo explotó y asesinó a la cabeza de Hamás y a un guardia que estaba presente.
Ahora el ambiente de tensión que anticipa una confrontación militar, con ambos países listos para atacarse mutuamente, sigue en aumento. La primera confirmación llegó de parte del canciller húngaro, Peter Szijjarto. “Irán nos ha informado que tiene la intención de atacar a Israel”, aseguró en una declaración a la prensa de su país. “Estoy escuchando que va a haber un ataque esta noche por parte de Irán; Israel va a ser atacado esta noche. Se los digo ahora mismo, lo escucho solo a través de las mismas ondas, no hay información secreta”, dijo Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, en una transmisión en vivo el martes, lo cual no terminó ocurriendo, pero sembró el pánico en medio de las altas tensiones.
Pero Israel no parece quedarse atrás y también se alista para una confrontación con la nación islámica. “Irán nos ha informado que tiene la intención de atacar a Israel. El mundo debe exigir un precio a Irán por cualquier acción agresiva que lleve a cabo”, aseguró el ministro de Asuntos Exteriores del país hebreo, Israel Katz, sobre la escalada de preparativos militares de ambas partes.
A manera de intimidación, desde Tel Aviv afirmaron que el ejército puede pasar fácilmente de la defensa al ataque ante una posible ofensiva iraní. No han faltado los intentos de la comunidad internacional de mediar en el conflicto entre Irán e Israel. Estados Unidos encabeza esta lista, liderado por el jefe de la diplomacia norteamericana, Antony Blinken, secretario de Estado, quien a través de llamadas telefónicas pidió a todas las partes abstenerse de una escalada e invitó a calmar las tensiones, según comunicó el portavoz del funcionario, Matthew Miller.
De igual manera, los llamados también llegaron de parte del presidente francés, Emmanuel Macron, quien junto con su homólogo de los Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed al Nahyan, y el príncipe de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, pidieron a todos los actores de Oriente Medio “responsabilidad y moderación” en cuanto a los conflictos que se viven actualmente en la turbulenta región.
A su vez, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, llamó “a todas las partes, así como a los Estados que tengan influencia, a que actúen con urgencia” para que no se llegue a un conflicto a gran escala.
Por ahora, las tensiones continúan. Irán no reconoce el derecho de Israel a existir y desde la revolución islámica han pedido su destrucción total. Por su parte, desde Tel Aviv afirman que Teherán es una amenaza a su existencia como Estado, empezando por la financiación de grupos como Hizbulá, además de asegurar que Irán busca hacer una bomba nuclear, lo cual ellos siempre han negado. La tensión sigue en aumento.