María Corina Machado, la líder de la oposición venezolana que fue inhabilitada por 15 años para ejercer cargos públicos, aseguró en entrevista con Vicky Dávila, directora de SEMANA, que pese a esta medida del Gobierno de Nicolás Maduro participará en las elecciones primarias que tendrán lugar en Venezuela, el próximo 22 de octubre.

“En las primarias van a participar otros candidatos que estaban inhabilitados desde hace tiempo. O sea que aquí no hay ningún obstáculo y, por el contrario, el grito que tú escuchas en Venezuela es: “Yo habilito con mi voto”. Entonces mucha gente que tenía duda o que no estaba totalmente convencida de participar en las primarias lo va a hacer”, aseguró Machado.

La líder opositora María Corina Machado | Foto: Copyright 2023 The Associated Press. All rights reserved

Y aprovechó para enviarles un mensaje a todos los venezolanos que están en Colombia y en distintas partes del mundo: “Entender que quedan pocos días para inscribirse en las primarias y poder participar. Al final, con una victoria poderosa, entusiasta e inequívoca, hay una fuerza brutal y un reconocimiento no solamente del país, la legitimidad del país, sino también de la comunidad internacional, que ahora tendrá nuevo interlocutor. Para llevar adelante, además, un genuino proceso de negociación en que la sociedad venezolana sí esté sentada en esa mesa. No como hoy, que ninguno de los venezolanos nos sentimos representados por quienes están dialogando con Maduro en México”.

De acuerdo con Machado, Nicolás Maduro “está en un laberinto cuya única salida se resiste a aceptar. Pero, no les va a quedar mas remedio”, pues recuerda Machado que ya no cuentan con los recursos económicos de otras épocas por cuenta del petróleo.

“El chavismo se sostuvo a punta de plata. Cuando Chávez llegó al poder, el barril estaba a 8 dólares, y llegó a 150 dólares. Ha sido una bonanza permanente y eso lo usaron para tomar control de todos los medios de comunicación, de todas las instituciones, para penetrar las fuerzas armadas y hacer un país absolutamente dependiente de las dádivas, de las bolsas de comida, del bono, acabando con toda la empresa privada, con el campo, con el sector productivo”, sostiene la líder política.

¿Qué ocurre ahora?, se pregunta. Y responde: “Se robaron todo. Terminaron saqueando hasta PDVSA, que la arruinaron después de ser la empresa de petróleo más rentable del planeta; entonces hoy no les queda plata, y todas sus estructuras de control social se les están derrumbando. A mí me dice la gente: “¿Qué me van a quitar, una bolsa de comida, un bono de hambre? ¡Pero es que me quitaron a mis hijos!”. Entonces ya ese mecanismo de chantaje se les derrumba”.

María Corina Machado se refirió a cómo ve Colombia después de la llegada del gobierno de Gustavo Petro. (Fotos: gettyimages) | Foto: Semana

Lo mismo está pasando, asegura, “con sus sistemas de represión, los militares, los policías, que me lo dicen, porque tienen esposas, madres e hijos. El régimen sabe que eso se les desmorona, que sus propias luchas internas, como familias de mafia que son, también se hacen cada vez más visibles, y ahí está todo el caso de Tareck El Aissami, etc”.

Y entonces, ¿qué les queda? “Pues mayor represión, y cometen errores como el que acaban de hacer con esa inhabilitación írrita. Se les ha convertido en un boomerang, porque nos ha dado muchísima más fuerza y más relevancia a la primaria, que ya no es una competencia entre partidos políticos, sino que es una lucha, un reto y un desafío de la sociedad democrática con el propio Maduro. Entonces a él lo que le queda es asumir que su mejor opción es aceptar que le va a tocar negociar conmigo una vez yo gane las primarias”.

Lea la entrevista completa aquí:

V. D.: ¿Está de acuerdo con que esa acción de querer inhabilitarla del régimen de Maduro es una movida cobarde y que, además, demuestra el temor que le tienen a usted por su fuerza electoral?

M. C. M.: absolutamente. Creo que es lo que siente todo el mundo. Pero, además, creo que fue un gran error, Vicky, un gran error. Ya comienzan a darse cuenta, porque la respuesta ha sido conmovedora de los venezolanos aquí y en el mundo, pero también de la comunidad internacional, incluyendo algunos de sus socios, amigos y aliados de la región.

La líder opositora María Corina Machado saluda a sus simpatizantes mientras camina hacia una oficina para inscribirse para participar en las elecciones primarias de la oposición en Caracas, Venezuela, el viernes 23 de junio de 2023. (AP Foto/Ariana Cubillos) | Foto: Copyright 2023 The Associated Press. All rights reserved

V. D.: ¿cómo llega María Corina a conquistar a esta cantidad de gente que lo que quiere es una salida democrática en Venezuela?

M. C. M.: Yo creo que son muchos años de lucha. Tengo más de 24 años en esto y al final siento que toda esa división de la sociedad venezolana que promovió Chávez, primero, y después Maduro, de dividirnos entre izquierda y derecha, pobres, ricos, blancos, negros, los de afuera, los de adentro..., se ha ido desmoronando toda con el dolor que padecemos por la destrucción de nuestro país.

Pero, sobre todo, por la separación de nuestras familias. Siento que hoy hay un anhelo común y es lo que todo el mundo me dice, por todos los rincones de Venezuela: “Yo quiero traer a mis hijos de vuelta”. Y hay gente que me lo dice así: “Tú eres el instrumento que yo tengo para traer a mis hijos de vuelta”, y es algo que me une con ellos, porque yo también tengo mis tres hijos afuera, y todos sabemos que eso sólo será posible desmontando este sistema y construyendo las bases de una nación próspera, segura y libre.

V. D.: ¿cuál es el secreto de María Corina para resistir? Porque usted ha hecho una carrera hermosísima, pero de resiliencia, de resistencia y de mucha firmeza, y no ha sido fácil. ¿Qué ha pasado en todos estos años? ¿Cómo lo ha logrado? ¿Cómo pudo quedarse en Venezuela? ¿Cómo pudo no salir corriendo con la naturalidad de lo que implica el peligro, incluso físico? ¿Cómo se mantuvo?

M. C. M.: esa es una pregunta muy difícil y me la han hecho muchas veces mis hijos. Me la hacía mucho mi papá también. Me decía: “Cori, ¿no te cansas? Cori, ¿ya no es suficiente?”. Y al final creo que la respuesta es: en el profundo amor que le tengo a mi país y a la libertad. Yo no concibo mi vida sino en Venezuela y en libertad, y es lo que les quiero dejar a mis hijos y a todos los hijos en nuestro país y a todos los venezolanos. Entonces no te puedo negar que ha habido momentos muy duros, ha habido días en que me he sentido realmente al límite. Vicky, tengo diez años con prohibición de salida del país, tuve que sacar a mis hijos porque los amenazaron en su vida y mis hijos se graduaron afuera. Cuando se graduaba mi chiquito de la universidad y le rogué al juez que me permitiera ir por un día, le dije: “Usted sabe que irme es muy fácil, lo que yo quiero es volver”, y me dijo que no. Esa noche estuve al límite y me sentí muy culpable, como mamá, de fallarles a mis hijos.

V. D.: ¿cuánto hace que no los ve?

M. C. M: M.: mi papá murió a principios de año y vinieron. Pero claro, hay momentos que, como mamá, uno se cuestiona de no estar allí y no he podido estar allí. Pero ellos me apoyan. Y son la principal razón para hacer lo que hago todos los días.

La opositora fue inhabilitada por 15 años para ejercer cargos público. | Foto: 2023 Getty Images

V. D.: y alcanza, como dice, a sentirse culpable, como mamá.

M. C. M.: todos los días, todos los días.

V. D.: y también imagino, yo también soy mamá, que al final usted dice: les estoy dando ejemplo, estoy luchando por una patria a la que ellos puedan regresar. En fin, está luchando por una democracia.

M. C. M: M: sí, y al final les he enseñado lo que me enseñaron a mí mis padres, que tenemos un deber con nuestro país. Una cosa que me pregunto, y se las digo a todos nuestros compañeros, si no somos nosotros, ¿quién va a dar la cara?, ¿quién va a darlo todo para salvar a nuestro país? Entonces, me siento profundamente orgullosa de ser venezolana y creo que este es el momento en que Venezuela nos necesita. Estoy convencida de que estamos juntos cambiando la historia, y de que lo que estamos haciendo por Venezuela vale la pena. Al final, yo le pido a Dios que mis hijos digan, mamá, valió la pena; a pesar de lo que costó para ellos, para la salud y la tranquilidad de mi mamá, de mi papá, de mi esposo... Es decir, es duro, la familia paga un costo alto, pero al final han sido tantas muestras de confianza, de cariño por donde yo voy en Venezuela. Tú no te imaginas las cosas que me dicen. Hay hombres grandes, fuertes, fornidos, que me lloran en el hombro. Es una gran responsabilidad, pero también es una inyección de energía, de sentido de lucha que le da sentido a la vida, trascendencia a la vida.

V. D.: ¿En qué está hoy el régimen de Nicolás Maduro?

M. C. M.: creo que está en un laberinto cuya única salida se resiste a aceptar. Pero no les va a quedar mas remedio. Fíjate, el chavismo se sostuvo a punta de plata. Cuando Chávez llegó al poder, el barril estaba a ocho dólares, y llegó a 150 dólares. Ha sido una bonanza permanente y eso lo usaron para tomar control de todos los medios de comunicación, de todas las instituciones, para penetrar las fuerzas armadas y hacer un país absolutamente dependiente de las dádivas, de las bolsas de comida, del bono, acabando con toda la empresa privada, con el campo, con el sector productivo. ¿Qué ocurre ahora? Se robaron todo, Vicky, todo... Terminaron saqueando hasta PDVSA, que la arruinaron después de ser la empresa de petróleo más rentable del planeta; entonces hoy no les queda plata, y todas sus estructuras de control social se les están derrumbando. A mí me dice la gente: “¿Qué me van a quitar, una bolsa de comida, un bono de hambre? ¡Pero es que me quitaron a mis hijos!”. Entonces ya ese mecanismo de chantaje se les derrumba, Vicky. Lo mismo está pasando con sus sistemas de represión, los militares, los policías, que me lo dicen, porque tienen esposas, madres e hijos. El régimen sabe que eso se les desmorona, que sus propias luchas internas, como familias de mafia que son, también se hacen cada vez más visibles, y ahí está todo el caso de Tareck El Aissami, etc. Y entonces, ¿qué les queda? Pues mayor represión, y cometen errores como el que acaban de hacer con esa inhabilitación írrita. Se les ha convertido en un boomerang, porque nos ha dado muchísima más fuerza y más relevancia a la primaria, que ya no es una competencia entre partidos políticos, sino que es una lucha, un reto y un desafío de la sociedad democrática con el propio Maduro. Entonces a él lo que le queda es asumir que su mejor opción es aceptar que le va a tocar negociar conmigo una vez yo gane las primarias.

La opositora Venezolana calificó la decisión como algo "inútil". | Foto: 2015 Anadolu Agency

V. D.: no puedo dejar de preguntarle cómo está viendo a Colombia en el Gobierno Petro.

M. C. M.: bueno, yo veo con preocupación. Tú sabes que he insistido muchas veces; la última vez que estuve y pude hablar en el Congreso de la República, yo lo decía. No habrá paz sostenible en Colombia si no hay libertad en Venezuela, y recíprocamente. Es decir, nuestros destinos están indiscutiblemente unidos. Siento que la destrucción institucional que ha tenido lugar en Venezuela, la forma en que se les ha entregado nuestro territorio a grupos criminales y terroristas, pues hace presión y presión sobre la frontera colombiana, haciendo que esa zona gris se extienda. Las Fuerzas Armadas colombianas, la Policía colombiana, han sido una barrera, y me preocupa cuando uno ve que puede haber mecanismos o intentos de debilitar esa fortaleza institucional. Lo mismo que la libertad de expresión, que es algo que en Venezuela es inexistente. Tengo diez años que a mí no me entrevista ninguna televisora privada nacional, de las que tienen cobertura nacional. ¿Por qué? Porque estoy en una lista negra, y lo mismo con estaciones de radio, con circuitos muy conocidos que se disfrazan de opositores, pero que a mí no me entrevistan. Entonces preservar las instituciones democráticas, la libertad de expresión, la justicia, unas fuerzas armadas al servicio de la nación, la sociedad civil, las universidades con una voz crítica, es fundamental.

V. D.: recuerde que en la campaña presidencial en Colombia se hacían muchos paralelos entre Gustavo Petro y Hugo Chávez. Hoy que ya Petro está en el poder, ¿usted, como venezolana, puede decir que sí existen similitudes entre los dos?

M. C. M.: no, creo que hay, digamos, algunas afinidades ideológicas. Ambos tienen propuestas de izquierda en que el Estado toma control sobre más y más espacios de la iniciativa privada, del sector privado. A mí me preocupan iniciativas de reforma, por ejemplo, en el ámbito de salud, donde creo que Colombia tiene más bien uno de los sistemas de salud mejores que hay en la región. Y, desde luego, esas tentaciones de tener más y más poder, del Estado controlar, de perseguir a las voces disidentes o estigmatizarlas... Eso es muy peligroso, de dividir a la sociedad... Muy peligroso. Sin embargo, siento que ustedes han reaccionado, el propio Congreso con fortaleza, con líderes que con mucha valentía han defendido sus puntos de vista. Creo que es la ruta a seguir; pero desde luego las amenazas de quienes quieren ávidamente..., yo creo que el socialismo llega al poder y es insaciable en términos de tomar más y más control.

V. D.: En ese sentido, la libertad de prensa es fundamental. Eso que usted me contaba ahora, de cómo hace diez años no la entrevistan en ninguna cadena privada en Venezuela, es aterrador. En Colombia, de alguna manera, estamos viviendo un choque del Gobierno con la prensa, un choque en el que se nota la inconformidad del Gobierno con todos aquellos periodistas que hacen cualquier crítica sobre el Gobierno, ¿ese paralelo me lo podría hacer solo porque aquí es muy importante escucharla?

M. C. M.: bueno, la forma en que en Venezuela Hugo Chávez arremetió contra los medios de comunicación fue brutal. Comenzaron con mecanismos de quitarles pauta, quitarles propaganda y recursos a los medios que no eran completamente... que no seguían la línea. Después fueron comprando medios, medios muy importantes, a través de sus testaferros. Después fueron dando dinero a determinados periodistas o influencers, y después por la calle cerrando medios, como ocurrió con Radio Caracas Televisión o como ha ocurrido con cientos de televisoras, perdón, de estaciones de radio en todo el país. Hay estados en Venezuela donde no hay un solo medio autónomo hoy en día. Es brutal. O sea, bueno, con el papel impreso, lo acabaron, era solo el papel impreso para los medios que eran proclives a sus posiciones; entonces al final llegamos a un punto en que realmente dependemos de los medios digitales, de las redes sociales y de los medios internacionales. Algunos medios privados, aunque son privados y se llaman a sí mismos independientes, están absolutamente plegados a las posiciones del régimen, no se atreven a decir una sola palabra. Sé que entrevistan a algunas personas y les ponen una cuartilla, estas son todas las cosas que usted no puede decir, todas las palabras y todos los temas. Quizá por eso no me invitan a mí, porque saben que yo no aceptaría eso jamás.