Las decisiones del presidente Jair Bolsonaro empiezan a tener graves consecuencias en Brasil. Ese país registró en las últimas 24 horas 13.140 nuevos casos de coronavirus, lo que supone un total de 255.368 contagios, y supera así a Reino Unido (244.995), que era hasta entonces el tercer país más afectado por la pandemia de la covid-19, y a Rusia (281.752) y solo queda por detrás de Estados Unidos en cantidad de contagiados. Lo más grave de la situación es que dos de las ciudades principales del país están a punto de ver cómo su sistema de salud colapsa; se trata de São Paulo y Rio de Janeiro. El alcalde de São Paulo, la mayor urbe del país, Bruno Covas, admitió el domingo que los hospitales de la ciudad están “al borde del colapso” por la creciente demanda de camas y que su intención es decretar cuarentena obligatoria ante la emergencia.
Según sus datos, las camas de unidades de cuidados intensivos (UCI) han alcanzado una ocupación del 90 % y las de enfermería a un 76 % en una ciudad de más de 12 millones de habitantes. Hay que tener en cuenta que el estado de São Paulo es el más poblado del país con 46 millones de habitantes y es el principal foco de la epidemia. Otra ciudad que está en alto riesgo es Rio de Janeiro, que acumula 22.246 casos, 2.614 muertes y que según su secretario de Salud está cerca de colapsar. “Está llegando gente de todas partes”, dijo José Carlos de Oliveira, secretario de Salud de la ciudad de Duque de Caixas, en declaraciones a AP refiriéndose al Hospital de San Jose, que había sido inaugurado hace poco y que está recibiendo los casos que los otros hospitales no pueden atender porque ya están llenos. “Esta enfermedad no se anda con bromas. El que piense que es una broma va a perder la vida", manifestó De Oliveira, médico que se recuperó hace poco de covid-19. De acuerdo con el funcionario, la mayoría de los hospitales ya están en su máxima capacidad, por lo que hay preocupación. Lo que más ha llamado la atención de la situación es que ya estaba anunciado que se podría presentar una emergencia de esta magnitud. En una entrevista en el diario ‘Folha‘ de São Paulo, el exministro de Salud Luiz Henrique Mandetta, destituido en abril por sus diferencias con el presidente Bolsonaro frente a la estrategia para combatir el virus, afirmó el lunes que le alertó sobre la gravedad de la pandemia. “Teníamos nuestros estudios de escenarios de números de casos y muertes. Nada de lo que está ocurriendo hoy es sorpresa para el Gobierno”, afirmó el exministro, cuyo sucesor, Nelson Teich, también renunció el pasado viernes, nuevamente por desacuerdos con Jair Bolsonaro. “El ministerio es hoy una nave sin rumbo”, aseguró.
Mientras la pandemia avanza, el ministerio de Salud fue encargado en forma interina al general Eduardo Pazuello, que sustituyó el viernes al oncólogo Teich. Teich dejó el ministerio tras apenas 28 días en el gobierno de Jair Bolsonaro, quien minimiza la covid-19, a la cual calificó de "gripecita", y defiende el fin de las medidas de cuarentena así como la administración de cloroquina, empleada para combatir el paludismo, en el tratamiento de la enfermedad. El Ministerio de Salud informó, poco después de perder a su titular, que está culminando nuevas orientaciones para atender a los infectados. "El objetivo es iniciar el tratamiento antes de que el cuadro empeore y sea necesario utilizar una unidad de cuidados intensivos", afirma la nota, sin especificar a qué tratamiento se refiere. El protocolo actual del Ministerio de la Salud orienta el uso de cloroquina, medicamento que no es recomendado por las autoridades sanitarias de Estados Unidos, solo en casos moderados o graves, a pesar de la falta de evidencia sobre su efectividad y las advertencias de países como Canadá y Estados Unidos sobre sus posibles efectos secundarios graves. El predecesor de Teich, Luiz Henrique Mandetta, afirmó en una entrevista publicada este lunes por el diario ‘Folha‘ de São Paulo que a Brasil le esperan aún unas doce semanas "duras" por delante.
Otras ciudades de Latinoamérica que está en riesgo de colapso de UCI son Santiago de Chile, con una ocupación del 77 %, y Ciudad de México, que también tiene el 77 % de estas unidades copadas. En cuanto a Bogotá, se reporta una ocupación de un 35 % según la Alcaldía, pero esta cifra podría subir en las próximas semanas por el aumento de personas en las calles de la ciudad. *Con información de AFP, AP y Europa Press.