Como una gran contradicción de la ideología socialista que pregona en su país, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, apareció en la cumbre de la Celac, realizada hace unos días en México, luciendo un reloj Rolex y dos anillos de oro, uno de ellos con una reluciente esmeralda.
No es la primera vez que el mandatario venezolano se presenta en un evento público luciendo sus costosas joyas. La aparición que más desató comentarios de sus detractores fue en el año 2018, en una cumbre de la Organización de las Naciones Unidas. Allí se presentó como una persona humilde, que venía de manejar un autobús del sistema articulado del Metro de Caracas, pero no dejó de mostrar su caro reloj y sus anillos.
“A pesar de las inmensas diferencias históricas, sociales, yo soy un obrero, conductor de un autobús, no soy un magnate. Yo estaría dispuesto a estrechar la mano del presidente de Estados Unidos”, dijo Maduro en ese momento ante la ONU.
Según reseñaron medios mexicanos, Maduro arribó sorpresivamente a México la noche del viernes 17 septiembre, en su primer viaje desde que Estados Unidos presentó en marzo del año pasado cargos contra él y otros 13 altos funcionarios venezolanos por narcotráfico y terrorismo.
Llamando la atención de los demás mandatarios asistentes al evento, Nicolás Maduro, arribó al palacio de gobierno manejando un vehículo oficial. Durante su intervención pidió apoyo a todos los países de América Latina y el Caribe para seguir adelante con los diálogos que mantiene su gobierno con la oposición venezolana bajo la mediación de Noruega. Asimismo invitó a sus colegas de la Celac a que vayan a observar las elecciones del próximo mes de noviembre “para que vean al dictador Maduro cómo convoca la elección número 29, presumió.
Los comentarios de rechazo por la opulencia del presidente de Venezuela en el evento internacional no se hicieron esperar en redes sociales. La venezolana Sonia Cuevas criticó que mientras miles de ciudadanos huyen de su país para poder comer y cuidar a sus familias, Maduro aparece luciendo un Rolex y joyas en sus manos. “Eso lo dice todo. Dictador”, dijo en la red social Twitter.
La molestia por la forma de actuar del mandatario venezolano fue generalizada en redes sociales. Manuel Alberto González reflexionó con ironía: “Bendito dictador de Venezuela, que justicia hace la revolución. Viaja en su propio Airbus, usa trajes finos a la medida y porta joyas finas como reloj, pero el pueblo de Venezuela, es pobre económicamente. ¿Socialista?”.
El sucesor del fallecido Hugo Chávez es fuertemente criticado porque no pierde oportunidad para lucir joyas, lujosos trajes, aviones, escoltas, y carros blindados. La docente Maritza Bracho se quejó de que Nicolás Maduro no pone en práctica el socialismo. “Con su forma de actuar entonces es un potentado capitalista, además, exhibicionista pues le gusta presumir sus pertenencias. ¿Y así es como gobierna un pueblo con carencias?, lamentó.
En septiembre de 2018, Nicolás Maduro también estuvo en el ojo del huracán porque mientras millones de venezolanos pasaban hambre, este disfrutaba de un lujoso banquete servido directamente por el famoso chef turco Nusret Gökçe, más conocido como Salt Bae.
Medios venezolanos denunciaron que unos meses antes de este polémico episodio, sus dos hijastros Yoswal Gavidia Flores y Walter Gavidia Flores se las habían arreglado para gastar unos 45.000 dólares en una extravagante estadía de 18 noches en el hotel Ritz de París, donde las habitaciones cuestan 591 dólares por noche.
Durante la reciente cumbre de la Celac hubo un fuerte cruce de palabras entre Nicolás Maduro con los presidentes de Uruguay y Paraguay.
Por su parte, el presidente del Paraguay, Mario Abdo Benítez, aclaró que su presencia en la cumbre en ningún sentido ni circunstancia representaba un reconocimiento al gobierno del señor Nicolás Maduro. “No hay ningún cambio de postura de mi gobierno, y creo que es de caballeros decirlo de frente”, dijo el mandatario paraguayo.
Ante este recibimiento, Maduro le respondió: “ponga usted la fecha, el lugar y la hora para un debate sobre la democracia en Paraguay, en Venezuela y América Latina! (...)”.
El mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou, también afirmó que participar en la cumbre no significaba ser “complaciente” con países donde “no hay una democracia plena (...), y donde se utiliza el aparato represor para acallar las protestas, cuando se encarcelan opositores”. “Vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, en Nicaragua y en Venezuela”, subrayó Lacalle ante sus colegas.