Pável Filátiev, un soldado ruso que hizo parte de la invasión de Ucrania en febrero de 2022 y después se arrepintió, habló desde en el jardín de un hotel en el centro de París, Francia, donde es un refugiado político, pues en su país se expone a una condena de 15 años de cárcel.
El ex paracaidista de 34 años narró los momentos confusos que pasó en esos días, lo que lo llevó a decir basta: “Y, entonces, me dije que yo ya no podía seguir participando en esto”.
“Lo más difícil, psicológicamente, fue darse cuenta de que aquella guerra era inútil, la decisión era la más estúpida posible, era nefasta para Ucrania y tampoco iba a traer nada bueno para Rusia”, contó el soldado.
El sujeto abandonó el ejército después de haber sido aislado por una conjuntivitis, después de que le entró un trozo de tierra en el ojo durante un bombardeo. Tras tomar la decisión de no seguir en el ejército, escribió su experiencia, y la compartió en una red social y una web de Rusia y, ayudado por la ONG rusa New Dissidents Foundation, en agosto escapó de su país.
“Como la mayoría de la gente en Rusia y en Ucrania, yo tampoco creía que una guerra fuese posible”, contó en su libro, titulado Zov, que significa “llamamiento”, y alude a las letras inscritas en los vehículos militares de su país. “Si Putin muere mañana, la guerra se acaba. Es él quien da el impulso para que continúe”, se cuestiona seguido.
“Yo no sabía que una guerra iba a comenzar”, explicó a El País en una entrevista por medio de intérprete. “Y cuando me vi en el teatro del combate, al principio estaba un poco perdido, porque no tenía realmente información. Cuando las cosas empezaron de verdad, volaban los misiles y los combates eran reales y a una escala bastante importante, vimos que era la verdadera guerra”.
Y agregó: “En toda guerra hay caos y desorden. Es inevitable. Y los beligerantes intentan poner orden. Cuando mejor organizados están el Estado y el ejército, menos caos hay. Pero siempre hay. Ahí, visto el nivel de desorden en Rusia y en el ejército, el nivel de caos sobrepasaba los límites”.
También fue cuestionado sobre si estuvo presente en crímenes de guerra y en tono serio respondió: “El problema recurrente era la falta de coordinación. Si veíamos a gente armada en el techo de un edificio, se podía ordenar disparar sin verificar si había civiles en el interior. E igual con los bombardeos aéreos. Quizá el reconocimiento no era suficientemente profundo. Pienso que eso pudo provocar muertes de civiles. Es una especie de negligencia criminal”.
Y puntualizó: “Si quiere saber si yo fui testigo de ejecuciones sumarias de prisioneros de guerra o civiles, no. Nunca las vi ni oí hablar de ello en mi entorno”. No negó que su país perpetró crímenes en Ucrania, pero manifestó no haberlos presenciado.
Ataque ruso contra un edificio residencial en Dnipro dejó al menos 12 muertos
Las autoridades ucranianas denunciaron por lo menos doce muertos y 64 heridos tras un ataque ruso contra un edificio residencial en la ciudad de Dnipro, en el este del país.
“Un misil ruso se ha llevado ya la vida de doce inocentes”, publicó el gobernador militar de la región de Dnipropetrovsk, Valentin Reznichenko, en su cuenta en la red social Tlegram.
Previamente, el propio Reznichenko había informado de nueve fallecidos, entre los que hay una niña de 15 años, así como de los 64 heridos, de los que 59 están hospitalizados. El resto están recibiendo atención en sus propias casas.
“Estos rusos simplemente son inhumanos”, aseguró por su parte el director adjunto de la oficina de la Presidencia ucraniana, Kirilo Timoshenko. “Al menos una escalera ha desaparecido. Bajo los escombros hay gente que estaban de regreso en casa por vacaciones”, añadió.
El Ministerio de Exteriores ucraniano publicó una imagen, según las autoridades, del edificio alcanzado, cuya fachada presenta graves daños materiales.