El impacto de las sanciones occidentales sobre la economía rusa es mucho más importante de lo que muestran los datos oficiales, según un estudio de la Universidad de Yale.
“Un relato común emergió”, indican los autores del estudio: las sanciones económicas impuestas por los países occidentales a Rusia luego de que invadiera Ucrania habrían generado “desastres a Occidente, en vistas de la supuesta ‘resiliencia’, incluso ‘prosperidad’ de la economía rusa”.
“Esto es, simplemente, falso”, aseguran los expertos de la Escuela de Administración de Yale, que denuncian las “estadísticas seleccionadas” por el presidente ruso, Vladimir Putin.
Según su análisis, “las salidas de empresas y las sanciones paralizan a la economía rusa a corto y a largo plazo”.
Muchas empresas y países desistieron de comerciar con Rusia o mantener sus actividades en ese país, el cual tiene dificultades para obtener piezas o materias primas, e incluso algunas tecnologías esenciales.
El panorama es sombrío. “A pesar de las ilusiones de autosuficiencia y de sustitución de importaciones (...), la producción interior rusa se detuvo por completo y no tiene la capacidad de reemplazar a las empresas, los productos y los talentos perdidos”, señala el estudio.
Las empresas que dejaron el país “representan alrededor de 40% de su PIB” y borraron “casi tres décadas de inversiones extranjeras”, sostienen.
Para paliar estos problemas, Putin “recurre a una intervención presupuestal y monetaria insostenible”, y las finanzas del Kremlin “están en una situación mucho más desesperante que lo que admite” el gobierno, añaden.
En cuanto a un “pivot hacia China”, podría basarse en “hipótesis optimistas irreales” del mandatario ruso.
“Rusia es un socio comercial menor de China. (...) Y la mayoría de las empresas chinas no pueden arriesgarse a enfrentar sanciones estadounidenses”, sostiene el estudio.
Según el FMI, Rusia tendrá un mejor desempeño económico de lo previsto anteriormente este año, con una contracción del PIB de 6,0% en 2022, según sus últimos pronósticos publicados el martes pasado. Antes, en abril, el Fondo vaticinaba una contracción del producto interno bruto de 8,5%.
Ucrania reanuda sus exportaciones de grano por primera vez desde la invasión rusa
Ucrania reanudó este lunes sus exportaciones de granos, después de que zarpara un barco cargado con maíz del puerto de Odesa, el primero desde el inicio de la invasión rusa, conforme al acuerdo firmado con Rusia que busca aliviar la crisis alimentaria mundial.
“El navío ‘Razoni’ zarpó del puerto de Odesa con destino al puerto de Trípoli, en Líbano. Se espera que llegue el 2 de agosto a Estambul. Seguirá su ruta hacia su destino tras las inspecciones que se llevarán a cabo” en Turquía, anunció el Ministerio turco de Defensa.
Según el ministro ucraniano de Infraestructura, Oleksandr Kubrakov, el barco de bandera de Sierra Leona, transporta una carga de 26.000 toneladas de maíz.
El acuerdo, firmado el 22 de julio en Estambul entre representantes de Rusia, Ucrania, Turquía y Naciones Unidas, permite reanudar las exportaciones ucranianas bajo supervisión internacional.
Un convenio parecido firmado en el mismo momento garantiza también a Moscú la exportación de sus productos agrícolas y fertilizantes, a pesar de las sanciones occidentales.
Rusia y Ucrania son grandes potencias agrícolas, y su trigo, maíz y girasol, en particular, abastecen el mercado mundial. Se calcula que entre 20 y 25 millones de toneladas de granos han estado bloqueadas en los puertos ucranianos desde el inicio de la invasión el 24 de febrero, lo que disparó los precios.
“Jornada de alivio para el mundo, especialmente para nuestros amigos de Oriente Medio, Asia y África, cuando los primeros cereales ucranianos dejan Odesa después de meses de bloqueo ruso”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, aplaudió la reanudación de las exportaciones y dijo esperar que otros barcos comerciales puedan zarpar y aportar “la indispensable estabilidad y asistencia a la seguridad alimentaria mundial, especialmente en los contextos humanitarios más frágiles”, según un comunicado.
*Con información de AFP.