Al grito de “¡Ahora, ahora, ahora!”; “¡Somos millones!” y “Sí se puede”, decenas de migrantes se manifestaron el martes en Washington para pedir al Senado que incluya una vía de acceso a la ciudadanía estadounidense en el apartado migratorio de un plan social que está debatiendo.

El plan Reconstruir Mejor (Build Back Better) aprobado por la Cámara de Representantes y que actualmente debate el Senado incluye un apartado migratorio, entre una batería de medidas sociales, educativas, sanitarias y ecológicas.

La sección migratoria favorecería a millones de indocumentados pero no incluye una vía hacia la ciudadanía, una de las promesas electorales del presidente Joe Biden.

“¿Dónde está la reforma?”; “Reforma migratoria para más de 11 millones”, se leía en las pancartas de los migrantes, refiriéndose a la cantidad de indocumentados que Biden propuso regularizar.

“Ya no podemos esperar. Han pasado más de 35 años pero este es el año en el que vamos a lograr grandes logros”, afirmó Eliana Fernández, de la oenegé Make The Road New York, frente al Senado.

Estados Unidos lleva 35 años sin adoptar una ley que permita a numerosos migrantes acceder a la ciudadanía. “No queremos trabajo temporal, queremos residencia con derecho a la ciudadanía”, afirmó María Graciela, de la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes (CHIRLA).

Junto a los migrantes se encontraban varios legisladores del ala izquierdista de los demócratas, como Adriano Espaillat y Alexandria Ocasio-Cortez, partidarios de que el Senado mejore el apartado migratorio incluyendo una vía hacia la ciudadanía, pero es muy poco probable que suceda debido a la oposición republicana.

“Ahora es el momento. No vamos a aceptar una sociedad que acepta nuestro trabajo pero no acepta nuestra humanidad ni nuestra dignidad”, añadió, Ocasio-Cortez, recordando que durante la pandemia el “país dependió de los indocumentados para sobrevivir”.

Espaillat dijo a los migrantes que espera que el Senado “les ofrezca el derecho a tener la tranquilidad de poder vivir sin el temor de que van a ser arrestados, deportados lejos de sus familias”.

Areli Sánchez, de Make The Road Nevada, pidió “respeto y dignidad”. Ella no emigró en busca del sueño americano sino para huir del estado mexicano de Michoacán, donde sufrió tres intentos de secuestro.

Algunos de los manifestantes, los afortunados, tienen la ansiada ciudadanía. Como Jazmín Cerdá, también de origen mexicano, quien recuerda que cuando llegó de niña a Estados Unidos eran tan pobres que su madre pese a tener dos empleos comía las sobras de su plato porque no podían permitirse otra cosa. “Vino para tener una vida mejor, un futuro mejor”.

Ciudadanía estadounidense

A principios de febrero, el presidente Joe Biden instruyó al Departamento de Seguridad Interior (DHS) que tomara acciones para poner fin al polémico programa Protección al Migrante (MPP, en inglés) instaurado por su predecesor, Donald Trump. Este acuerdo obligó a decenas de miles de demandantes de asilo a permanecer en la frontera a la espera de la resolución de sus casos, lo que creó una crisis humanitaria en la zona, agravada por la pandemia de la covid-19. La ONG American Immigration Council estima que desde enero de 2019, cuando se empezó a implementar el programa, hasta diciembre de 2020, al menos 70.000 personas habían sido devueltas a México bajo los acuerdos MPP.

Este polémico programa fue parte del plan de Trump para luchar contra la inmigración irregular, tras las multitudinarias caravanas de finales de 2018 y principios de 2019. Trump tuvo durante toda su Presidencia la lucha contra la inmigración irregular como una de las marcas distintivas de su Gobierno, lo que incluyó sus tenaces esfuerzos por levantar un muro en la frontera y planes como la política de “tolerancia cero” que separó a miles de familias migrantes.

Ahora, Joe Biden planea publicar un proyecto de ley de reforma migratoria que otorgaría acceso a la ciudadanía a 11 millones de inmigrantes indocumentados. Se espera que el presidente dé a conocer la Ley de Ciudadanía de Estados Unidos de 2021 en los próximos días, que, de acuerdo con NBC, incluirá un camino hacia la ciudadanía para millones, una expansión del programa de reasentamiento de refugiados y más tecnología en la frontera sur.

Los beneficios ampliados para los dreamers, que llegaron ilegalmente cuando eran niños y procesaron las solicitudes de asilo de menores en sus países de origen, también se están considerando como parte del proyecto de ley. La medida seguramente traerá una pelea con los exfuncionarios de la Administración Trump y algunos dentro de ICE que ya se han opuesto al enfoque de inmigración de Biden.

Texas y Arizona también han presentado una demanda para detener la moratoria de deportación de 100 días de Biden, que un juez suspendió temporalmente. La Administración Trump recortó las admisiones de refugiados en más del 85 por ciento, estableciendo el límite en 15.000 para el año fiscal 2021, que comenzó en octubre. Biden durante su campaña prometió aumentar esa cifra a 125.000 para este año y posiblemente aumentarla aún más en los años siguientes.

*Con información de la AFP.