Un nuevo estudio elaborado por el científico planetario Kevin Cannon, de la Escuela de Minas de Colorado en Estados Unidos, afirma que el suelo del planeta Mercurio está compuesto principalmente por grafito y debido a los impactos de meteoritos, podría estar cubierto de diamantes.

En su investigación, el experto asegura que los impactos de meteoritos que han ocurrido a lo largo de millones de años en la superficie de Mercurio la han llenado de diamantes.

Cannon participó en la 53° Conferencia de Ciencias Planetarias y Lunares, celebrada en Texas, donde expuso los resultados de su investigación, explicando que los impactos de estos objetos transformaron cerca de un tercio de la corteza mercuriana, la cual supera en 16 veces las reservas que hay en el planeta tierra.

300 metros de la capa de grafito pudieron generar cerca de 16 cuatrillones de toneladas de diamantes en Mercurio. | Foto: Getty Images

“El diamante y la lonsdaleíta son menores, pero siguen siendo fases comunes en los materiales planetarios, en su mayoría en meteoritos. En algunos casos son preestelares, pero también se han formado por impacto, metamorfismo de choque del carbono preexistente (principalmente grafito)”, explican los expertos, en el estudio.

Para este descubrimiento, el investigador fue capaz de desarrollar un modelo computacional para simular 4,500 millones de años de impactos sobre Mercurio. Con esto pudo demostrar que 300 metros de la capa de grafito pudieron generar cerca de 16 cuatrillones de toneladas de diamantes, según el portal DigitalTrends de España.

“A partir de una capa inicial de grafito 300 m grueso. A medida que se forman los cráteres, los silicatos de las profundidades se emplazados en la superficie y cubren la capa de grafito, al mismo tiempo que crea zonas de diamante en el subsuelo”, detalló el científico.

Este proceso de formación se debió a que el suelo fue sometido a presiones y temperaturas muy altas ocasionadas por el choque de los meteoritos, lo que derivó en la aparición de cráteres, cuyos revestimientos de grafito resultaron maltratados y posteriormente transformados en diamantes.

El investigador, citado por Science News este lunes, señaló también que los impactos posteriores pudieron destruir algunos diamantes, pero que estos habrían sido “muy limitados”, ya que el punto de fusión de los diamantes es mayor a los 4.000 grados centígrados.

“La evidencia sugiere que Mercurio comenzó con una parte superior capa de grafito que posteriormente fue reelaborada por impactos para dejar atrás un pequeño enriquecimiento de fases portadoras de carbono en terrenos antiguos que aparece en ambos conjuntos de datos químicos y espectrales. ¿Pero sigue siendo grafito?”, preguntan los especialistas, en su publicación.

El estudio concluye que la sonda espacial Messenger de la Nasa, que se encargó de cartografiar Mercurio entre 2008 y 2015, no pudo detectar los diamantes debido a que estos tienen muy poca o nula firma espectral en longitudes de onda cercanas al infrarrojo.

“Si las urelitas comenzaron con solo 8.5 % en peso de C y terminaron con un importante diamante de grano grueso, parece inevitable que una corteza de grafito no habría experimentado al menos una transformación parcial a diamante a través del intenso bombardeo tardío”, señala el estudio.

“Esto sugiere que Mercurio y otros exoplanetas puedan tener incrustaciones de diamantes”, destaca el documento.

Por su parte, Cannon anhela que las futuras simulaciones incorporen también la refundición producto de los impactos para precisar el tamaño de las reservas actuales de diamantes de Mercurio.

Además, espera que la misión BepiColombo, desarrollada en conjunto por la Agencia Espacial Europea y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón, pueda detectar los diamantes en la superficie de Mercurio para el 2025.

Cabe recordar que desde el 2018, la astronave de la Agencia Europea del Espacio (ESA) BepiColombo, se encuentra de camino a Mercurio y se estima que llegue en el año mencionado.