En medio de la creciente tensión que se vive en Irán por el recrudecimiento de las protestas en contra de los hechos en los que perdió la vida la joven Mahsa Amini, quien habría sido brutalmente golpeada por la ‘policía de la moral’ al usar de manera incorrecta su velo o hiyab, se conoce un nuevo hecho que pone bajo la lupa a ese país y abona el conflicto frente a medidas que han sido calificadas como ‘represivas’ por su población. Por su parte, las autoridades las defienden arguyendo sus creencias y tradiciones.
Ahora, en Austria, a cientos de kilómetros de Irán y en el marco de la fecha de partidos amistosos Fifa, que son preparatorios para el Mundial de Fútbol, una periodista, identificada como Isabelle Latifa Barker, en el desarrollo de su trabajo para el periódico británico The Sun quiso entrevistar al técnico de la selección de Irán, Carlos Queiroz, quien es de nacionalidad portuguesa, y recibió un requerimiento puntual del staff: usar un hiyab, pese a que ni ella ni su entrevistado profesan el Islam.
Según explicó la mujer a través de sus redes sociales, el hecho tuvo lugar el pasado sábado, a las afueras del hotel en que se hospedaba la Selección de Irán, tras haber disputado un partido amistoso. Contó que el pedido no vino del entrenador, ni de alguno de los jugadores, quienes, por el contrario, se mostraron muy respetuosos con ella.
El hecho evocó el recientemente sucedido en Estados Unidos, donde una reportera de CNN, Christiane Amanpour, canceló su entrevista con el presidente de Irán ante el requerimiento de este de que ella portase un hiyab.
No obstante, a diferencia del episodio en Estados Unidos, el ocurrido a la periodista de The Sun estuvo marcado por el beneplácito de la mujer, que accedió a buscar la tradicional prenda; pese a no conseguirla, en tanto las tiendas estaban cerradas, tuvo que recurrir a improvisar uno, usando una camiseta negra de su expareja.
Debido a la sorpresa que suscitó la aparición de la reportera empleando la prenda en la cabeza, esta tuvo que entregar explicaciones. Advirtió que al momento en que conoció el requerimiento de los miembros de la seguridad de la Selección de Irán “no podía creer lo que me pedían y todavía me preguntaba si debía ceder o hacer mi propia protesta”.
Sin embargo, explicó que, aunque no estaba de acuerdo con ceder al sorpresivo requerimiento, decidió aceptarlo, argumentando que para ella, en ese momento, primó su compromiso con el trabajo, y que su objetivo era entrevistar a Queiroz, más allá del mensaje que se pudiera o no enviar con el uso de una prenda que para ella no refiere gran simbolismo.
A través de su cuenta de Twitter, la mujer reiteró que la solicitud no derivó del entrenador, ni de los jugadores, explicando que ellos también estaban muy vigilados por el propio equipo de seguridad.
En su cuenta de Twitter, la mujer citó el apoyo que algunos de los actuales jugadores de la Selección de Irán han profesado al actual estallido social en su país, manifestando el apoyo a la lucha de las mujeres iraníes.
En ese sentido, la mujer citó un trino del jugador Sardar Azmoun, el cual posteriormente fue borrado, en el que este manifiesta: “Debido a las leyes restrictivas que se nos impusieron, no pude decir nada, ¡pero no puedo soportarlo más! Mira lo que le hacen a nuestra gente. Esto nunca se borrará de nuestra conciencia… ¡Qué vergüenza! ¡Matas fácilmente! ¡Vivan las mujeres iraníes!”
La reportera también advirtió sobre el particular que Azmoun se atrevió a criticar al régimen de Irán, so pena de poder ser despedido de su Selección, pero que desconoce las razones por las que este posteriormente borró el trino.
A su vez, la reportera señaló a través de su cuenta de Tik Tok que, tras haber accedido a usar el hiyab, hecho que ella misma denunció, ha recibido algunos cuestionamientos por personas que han juzgado su ‘complacencia’.
En su mensaje, la mujer afirmó que el día anterior la seguridad había impedido que la prensa accediera a los jugadores y el cuerpo técnico, pero que la presión de los periodistas había permitido que estos finalmente accedieran un día después del partido.
En ese contexto, la periodista señaló el ambiente tenso que se vivió en la concentración, donde incluso un grupo de policías austriacos había sido requerido para retirar a algunos manifestantes que acudieron al lugar para arengar en favor de la causa de las mujeres iraníes.
La mujer denunció que la seguridad de la Selección de Irán se mantiene vigilante, precisando que incluso, al parecer, este envía informes al gobierno de su país sobre algunos, eventuales, movimientos sospechosos.
La mujer señaló que si bien ha recibido críticas, ella buscó simplemente hacer su trabajo, advirtiendo que también fue ella quien denunció lo sucedido, refiriendo las amenazas e intimidaciones de las que fueron objeto, e incluso dieron voz a los manifestantes que se pronunciaron en el lugar frente a la situación que atraviesa Irán.
Sobre la actualidad de Irán, las protestas han crecido significativamente y han estado marcadas por la muerte de varios ciudadanos en medio de la represión policial. Hasta finales de la semana anterior se hablaba de 17 muertos, en una versión que contrastaba con una de una ONG que cifraba las víctimas en 30.
Sin embargo, el mundo no ha tenido mayor acceso a la situación en tanto, en medio de las protestas, el gobierno, intentando restringir la información, ha bloqueado el uso de redes sociales y el acceso a ciertas páginas de internet, por lo que la información se ha visto censurada.
A dos meses del Mundial, lo ocurrido en Austria prende las alarmas en el periodismo deportivo frente a las situaciones que podrán enfrentar en Medio Oriente durante el cubrimiento del evento del que participará Irán.