Las autoridades sanitarias de Sudáfrica confirmaron el primer caso de la viruela del mono, detectado en una persona que no tiene antecedentes de viajes al exterior.

El virus, que tiene una tasa de letalidad del 3.6 % en estudios realizados en países africanos, es una enfermedad endémica de hace 50 años.

De acuerdo con el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades, ECDC, la mortalidad es mayor entre los niños y los adultos jóvenes, y las personas inmunodeprimidas tienen un riesgo especial de enfermedad grave. La mayoría de las personas se recuperan en semanas”.

Hasta el 15 de junio, se han notificado un total de 2.103 casos confirmados de viruela del mono en laboratorio y un caso probable, incluido un fallecimiento en Nigeria, en 42 estados miembros de cinco regiones de la OMS.

La organización advirtió que “la viruela del mono es una zoonosis viral (un virus transmitido a los humanos por los animales) con síntomas muy similares a los vistos en el pasado en pacientes con viruela, aunque clínicamente es menos grave”.

El virus se identificó por primera vez en humanos en 1970 e, históricamente, la tasa de letalidad ha “oscilado entre 0 y 11 % en la población general y ha sido mayor entre los niños pequeños”.

Para los expertos de la OMS, el brote actual de viruela del simio debería ser más fácil de contener que la covid-19 y que la enfermedad es más fácilmente identificable y controlable.

OMS deja de distinguir países endémicos y no endémicos en datos sobre viruela del mono

Entre tanto, la OMS suprimió en sus estadísticas sobre la viruela del mono la distinción entre países endémicos y no endémicos, a fin de facilitar la elaboración de una “respuesta unificada” al virus.

Hasta hace poco se consideraba que esa enfermedad infecciosa, de baja mortalidad, “ocurría principalmente en África occidental y central”, señaló la organización.

Pero en los últimos meses se han notificado casos en 42 países de cinco regiones (Américas, África, Europa, Mediterráneo Oriental y Pacífico Occidental), explicó.

En consecuencia, “estamos eliminando la distinción entre países endémicos y no endémicos, informando sobre países juntos cuando sea posible, para reflejar la respuesta unificada que se necesita” ante el virus, concluyó.

La OMS suprimió en sus estadísticas sobre la viruela del mono la distinción entre países endémicos y no endémicos, a fin de facilitar la elaboración de una “respuesta unificada” al virus. | Foto: Getty

Entre el 1 de enero y el 15 de junio de 2022, se notificó “un total acumulado de 2.103 casos confirmados” de la viruela del mono, así como “un caso probable y una muerte, en Nigeria NDLR, , en 42 países de cinco Regiones de la OMS”, indica el informe.

La OMS evaluará este jueves si el brote actual representa una “emergencia de salud pública de alcance internacional”.

La mayoría de los casos confirmados se sitúa en Europa (1.773, o un 84 %). Le siguen el continente americano (64 casos, 3 %), el Mediterráneo oriental (14 casos) y el Pacífico occidental (7 casos).

Pero la OMS considera probable que el número real de casos sea superior, porque el virus pudo estar “circulando sin ser reconocido durante algún tiempo (...) que puede remontarse a 2017″, en regiones donde no se lo había señalado antes.

En el actual brote, la mayoría de los casos se reportan a “hombres que tienen relaciones sexuales con hombres”. La gran mayoría de ellos no había estado en países africanos donde el virus tiene carácter endémico.

La viruela del mono, o ortopoxvirus símico, es considerada menos peligrosa que la viruela, de la misma familia, erradicada en 1980.

Se trata de una enfermedad rara, provocada por un virus transmitido por animales infectados.

Pero en el brote actual, la transmisión entre humanos se ha vuelto preponderante.

La enfermedad puede causar fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y fatiga.

Luego aparecen erupciones (en la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies), lesiones, pústulas y finalmente costras.

Pero sus síntomas suelen desaparecer al cabo de dos o tres semanas.

Con información de AFP