Sudáfrica, cuyos ciudadanos fueron declarados persona no grata en muchas partes del mundo tras el anuncio acerca del descubrimiento de una peligrosa variante de la covid-19, se siente “castigada” e injustamente tratada a pesar de haber dado la voz de alarma rápido.
El gobierno sudafricano consideró que no tienen nada que reprocharse y denuncia la estigmatización por haber anunciado la mala noticia. Hasta muchos internautas del país expresaron su rabia y su preocupación en la red.
“Las últimas prohibiciones a los desplazamientos son un castigo contra Sudáfrica por su capacidad de secuenciar el genoma y la rápida detección de nuevas variantes. La excelencia científica debe ser reconocida, no castigada”, consideró el gobierno el sábado, dos días después del anuncio del descubrimiento de la nueva cepa, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) bautizó ómicron.
“Se han detectado nuevas variantes en otros países. Casos que no tenían ninguna relación reciente con África del Sur. Hay que destacar que la reacción en esos casos fue radicalmente diferente a la que hubo contra África del Sur”, se lamentó el Ministerio de Asuntos Exteriores sudafricano, en cabeza de la ministra Naledi Pandor.
También recordó que la OMS “pidió a los dirigentes de todo el mundo que no reaccionaran de manera impulsiva” en pos de un “acercamiento científico, basado en los riesgos”, que no tuvo mucho seguimiento, pero ante el que que Sudáfrica “se alinea”.
Además, la ministra de Asuntos Exteriores, Naledi Pandor, dijo que, aunque “respeta” el derecho de los países a proteger a sus ciudadanos, “esta pandemia exige colaboración y compartir experiencia”.
Entre tanto, Anthony Blinken, secretario de Estado de EE. UU. dijo este sábado que habló con la ministra de Naledi Pandor, donde le expresó: “nuestro profundo agradecimiento por el profesionalismo y la transparencia del gobierno sudafricano y los científicos de Sudáfrica”.
De hecho, el portavoz del Departamento de Estado de EE. UU, Ned Price, recalcó a través de un comunicado posterior a la llamada entre ambos funcionarios, que Anthony Blinken: “elogió a los científicos de Sudáfrica por la rápida identificación de la variante omicrón y al gobierno de Sudáfrica por su transparencia al compartir esta información, que debería servir como modelo para el mundo”.
Escaso fundamento científico
Sudáfrica teme el impacto que los cierres de fronteras puedan tener en “familias, el sector de los viajes, del turismo y las empresas”. Pero también que disuadan a otros países de avisar en el futuro de nuevos descubrimientos por temor a las sanciones.
“A veces te castigan por ser transparentes y hacer las cosas rápido”, se lamentaba Tulio de Oliveira, la estrella de virología en Sudáfrica que detectó la variante junto a su equipo del instituto de investigación KRISP.
Este investigador brasileño instalado en el país africano considera que las prohibiciones para viajar no tienen “mucho sentido desde un punto de vista científico”, en la lucha contra la covid-19. Estados Unidos prohibió los viajes con China al inicio de la pandemia y después alcanzó el récord de contagios, recuerda De Oliveira.
El gobierno argumentó también que Sudáfrica cuenta con muchos puntos fuertes para hacer frente a la pandemia, como su “capacidad para hacer test”, la aplicación de protocolos sanitarios, sobre todo en materia de transporte. A su vez, su nivel de vacunación, un 23,8 %, frente al 54 % de la población en el mundo, es más bajo pero es superior al resto del continente.
Estos elementos, “apoyados por una comunidad científica en la élite mundial, deberían servir para tranquilizar a nuestros socios en el mundo sobre el hecho de que lo estamos haciendo tan bien como ellos con la pandemia”, afirmó el gobierno.
*Con información de AFP