Un juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil decidió este viernes incluir al expresidente Jair Bolsonaro en la investigación por la asonada del 8 de enero en Brasilia.

“El pronunciamiento del expresidente de la República, Jair Messias Bolsonaro, se rebeló como otra ocasión en la cual se posicionó de forma, en tesis, criminal y atentatoria contra las instituciones”, dijo el magistrado Alexandre de Moraes en su decisión de este viernes.

La fiscalía había solicitado que Bolsonaro fuera incluido en la investigación que busca determinar quiénes fueron los instigadores y autores intelectuales del saqueo a las sedes de los poderes públicos a manos de miles de simpatizantes del expresidente ultraderechista.

Los fiscales citaron un video que el exmandatario subió el 10 de enero, dos días después de los ataques, a sus redes sociales cuestionando el resultado electoral de octubre.

En una nota enviada a la AFP el viernes, la defensa de Bolsonaro negó cualquier participación en los hechos vandálicos en Brasilia por los que hubo más de 1.800 detenidos.

Las fuerzas de seguridad operan mientras manifestantes contra el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, están en el Palacio de Planalto, en Brasilia, Brasil, el 8 de enero de 2023. | Foto: Reuters / UESLEI MARCELINO

“Él (Bolsonaro) jamás tuvo cualquier relación o participación en estos movimientos”, dice la nota, que acusó por los disturbios a “infiltrados”.

El pedido de interrogatorio de Bolsonaro, quien se encuentra en Estados Unidos, será analizado “oportunamente”, aclaró Moraes.

Brasil redobla la seguridad

Tras la invasión de las sedes de los tres poderes el domingo en la capital brasileña, entre ellas el palacio de Planalto, Lula anunció este jueves en un desayuno con periodistas que “es hora de una revisión profunda” del equipo que trabaja en el edificio presidencial.

“Estoy convencido de que la puerta del Palacio de Planalto fue abierta para que las personas entraran, porque no hay puertas rotas”, dijo el mandatario de izquierda. “Significa que alguien les facilitó la entrada aquí”, agregó sobre el violento ingreso de los partidarios del expresidente Jair Bolsonaro al edificio.

Las autoridades avanzan en las investigaciones para determinar quién organizó y cómo se financiaron los manifestantes que protagonizaron los violentos disturbios. Miran además si hubo fallas internas por parte de los responsables de resguardar las sedes de los poderes públicos.

Casi 2.000 personas fueron detenidas después de las manifestaciones del domingo, con 1.159 que permanecen recluidas tras ser interrogadas, de acuerdo con el último parte oficial.

Los manifestantes se tomaron varios edificios gubernamentales en Brasil protestando a favor del expresidente Jair Bolsonaro | Foto: Con derechos gestionados de Getty Images

El miércoles, el gobierno reforzó las medidas de seguridad, especialmente en Brasilia, donde el acceso a la zona principal de edificios públicos fue cerrado, ante el anuncio en redes sociales de nuevas manifestaciones, que finalmente no se materializaron.

El Ejecutivo instaló barreras físicas para cercar la Explanada de los Ministerios, una larga extensión que concentra las sedes de las secretarías de Estado y que desemboca en el Congreso Nacional, el palacio presidencial de Planalto y el Supremo Tribunal Federal.

La “Mega Manifestación para retomar el poder” fue convocada por redes sociales para la tarde del miércoles en varias capitales estatales. Pero los seguidores de Bolsonaro no acudieron a la cita. En Río de Janeiro, fue dispuesto un nutrido operativo de seguridad en la turística playa de Copacabana, pero los manifestantes no comparecieron.

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En Sao Paulo, solo dos jóvenes aparecieron en la principal avenida Paulista vistiendo camisetas verdes y amarillas, los colores de la bandera nacional que se apropiaron los bolsonaristas. Uno de ellos sostuvo que la convocatoria fracasó por temor a las acciones de la justicia.

*Con información de la AFP