Un expolicía identificado con el nombre de Panya Khamrab asesinó a 37 personas en Tailandia, entre ellas a más de 20 de niños en una guardería, y luego asesinó a su familia y se suicidó, haciendo de esta una de las peores matanzas jamás perpetradas en este país asiático.

El atacante vivía cerca de la guardería y meses atrás había sido despedido de su puesto de sargento por un problema de drogas. La información se pudo conocer por declaraciones en rueda de prensa de Damrongsak Kittiprapat, jefe de la policía nacional. “Él tenía que presentarse a su proceso el viernes 7 de octubre sobre su problema de drogas”, agregó.

“El atacante estaba en un estado de locura”, pero una prueba sanguínea tiene que determinar si era debido al consumo de drogas, prosiguió. El arma que utilizó había sido adquirida legalmente para uso personal, añadió. Khamrab ya era buscado por la Oficina de Central de Investigación de Tailandia debido a sus antecedentes y así lo deja ver una foto que publicó la entidad.

Así perpetró la masacre

Armado con un fusil, una pistola y un cuchillo, irrumpió en una guardería en Na Klang hacia las 12 del medio día (hora de Tailandia), informó el coronel Jakkapat Vijitraithay, de la policía provincial de Nong Bua Lamphu. En el establecimiento infantil murieron 22 niños, de entre dos y tres años, dijo el policía.

Tras el ataque, el atacante huyó de la guardería en coche y atropelló a varios peatones. Después mató a su mujer y a su hijo, y luego se suicidó, dijo Vijitraithay. “El atacante parqueó su carro delante de la guardería, disparó y mató a cuatro trabajadores que almorzaban delante”, explicó Nanthicha Punchum, directora del centro.

“Derribó la puerta de entrada con el pie, entró y empezó a cortar las cabezas de los niños con un cuchillo”, agregó. En unas imágenes en video del lugar podía verse a varias familias desconsoladas en un refugio cerca de la guardería, en el jardín.

El primer ministro tailandés, Prayut Chan-O-Cha, expresó sus condolencias a las familias y ordenó una investigación urgente en esta “horrible” tragedia. El dirigente pidió al jefe de la policía “desplazarse al lugar de los hechos y acelerar las investigaciones”.

“Intentó atropellar a otras personas en el camino. Chocó contra una moto y dos personas resultaron heridas. Yo me apresuré a alejarme”, dijo una testigo, Paweena Purichan, de 31 años, que circulaba en moto hacia su tienda. “Había sangre por todas partes”, añadió.

Tailandia es uno de los países en el mundo con mayor número de armas en circulación, pero a pesar de ello, las matanzas de este tipo son poco habituales. En septiembre, un sargento mayor mató a dos oficiales del ejército en un tiroteo en un centro de formación militar en Bangkok.

En el último año, se produjeron al menos otros dos casos de militares que cometieron ataques de este tipo, según el Bangkok Post. En 2020, un oficial del ejército perpetró un ataque en un centro comercial de Nakhon Rachasima, en el interior del país, y causó 29 muertos.

Con información de AFP.