El ejército taiwanés desplegó el jueves nuevas maniobras con fuego real después de que China, que continúa con sus amenazas de tomar el control de la isla, culminase sus mayores ejercicios militares alrededor de ella.

Lou Woei-jye, portavoz del Octavo Cuerpo del Ejército de Taiwán, dijo a AFP que sus fuerzas dispararon obuses y bengalas como parte de un simulacro defensivo el jueves por la mañana.

El ejercicio desplegado en la zona más meridional de la isla, Pingtung, empezó a las 08:30 a.m. local (00H30 GMT) y duró una hora, afirmó. El martes ya había realizado otro en el mismo lugar.

China reaccionó con furia ante el viaje a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, la visita estadounidense de más alto rango en décadas a esta isla de gobierno autónomo.

El ejército chino respondió con varios días de ejercicios marítimos y aéreos alrededor de Taiwán que han llevado las tensiones a su nivel más alto en años.

Taiwán ha acusado a China de aprovechar la visita de Pelosi para ensayar una posible invasión de la isla.

La Fuerza Terrestre bajo el Comando del Teatro del Este del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China realiza un simulacro de tiro real de largo alcance en el Estrecho de Taiwán, desde un lugar no revelado en este folleto publicado el 4 de agosto de 2022. Foto Comando del Teatro del Este/Folleto vía REUTERS | Foto: REUTERS

El ejército de la isla restó importancia a sus maniobras militares y dijo que estaban programadas de antemano antes de las realizadas por China.

“Tenemos dos objetivos con las maniobras, el primero es certificar las condiciones adecuadas de artillería y su mantenimiento, y el segundo es confirmar los resultados del año pasado”, agregó Lou.

Preparativos de guerra

El último ejercicio llega después de que China anunciase el fin de sus maniobras, señalando que sus fuerzas han “completado con éxito varias tareas” en el estrecho de Taiwán.

En el mismo anuncio, China dijo que “continuará realizando entrenamiento militar y preparándose para la guerra”.

En un libro blanco publicado el miércoles por la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado chino, los autores aseguran que Pekín “no renunciará “al uso de la fuerza” y se reserva “la opción de tomar todas las medidas necesarias”.

“Estamos listos para crear un vasto espacio para la reunificación pacífica, pero no dejaremos lugar para actividades separatistas de ningún tipo”, afirma el libro blanco. La última vez que China publicó un libro blanco sobre Taiwán fue en 2000.

El ministerio taiwanés de Relaciones Exteriores se pronunció el jueves contra el modelo de “un país, dos sistemas” que Pekín propone para la isla.

“Todo el pronunciamiento chino va absolutamente en contra del statu quo (entre China y Taiwán) y su realidad”, declaró en conferencia de prensa la portavoz del ministerio, Joanne Ou.

“China utiliza la visita de (...) Nancy Pelosi como excusa para destruir el statu quo y aprovecha la oportunidad para hacer problemas, intentando crear una nueva normalidad para intimidar al pueblo taiwanés”, agregó.

Por su parte, la Oficina de Asuntos Taiwaneses del Partido Comunista de China dijo el jueves en un comunicado que las “acciones rebeldes (de Taipéi) son una bofetada en el rostro y no pueden detener la tendencia histórica de reunificación” con China continental.

En Washington, Nancy Pelosi defendió el miércoles su visita al afirmar que se siente “muy orgullosa” de su delegación y que China utilizó su presencia como “pretexto” para lanzar sus ejercicios militares.

“No permitiremos a China aislar a Taiwán”, declaró Pelosi a periodistas.

Taiwán suele efectuar ejercicios militares en los cuales simula una defensa ante una invasión china, y en julio ensayaron repeler un ataque marítimo en una “operación conjunta de interceptación”.

Luego de que los militares chinos anunciaron el fin de sus maniobras, el ejército taiwanés dijo que iba a “ajustar cómo desplazamos nuestras fuerzas (...) sin bajar la guarda”.

Desde la década de 1990, Taiwán pasó de ser una autocracia a una democracia bien establecida y ha visto la emergencia de una identidad taiwanesa particular.

Las relaciones entre las dos partes se han deteriorado desde 2016, cuando llegó al poder la actual presidenta Tsai Ing-wen, cuyo Partido Progresista Democrático no considera a Taiwán como parte de China.

*Con información de AFP