En una estrategia de búsqueda de legitimidad, el Gobierno talibán, que recientemente tomó el control en Afganistán, solicitó este martes un derecho de palabra para intervenir en la 76 edición de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, que se extenderá hasta el 27 de septiembre en Nueva York.

Según confirmó un vocero de la ONU a la agencia de noticias AFP, la petición fue hecha en una carta remitida a la Secretaría General de la organización por el ministro de Exteriores talibán, Amir Khan Muttaqi. En esta misiva se informa a las Naciones Unidas que los talibanes nombraron a un representante, llamado Suhail Shaheen, para que haga presencia en este evento.

El organismo no dio garantías de que esta representación de los talibanes tenga una intervención en la conferencia internacional, ya que un comité de la Asamblea debe analizar la petición y pronunciarse públicamente para sobre quién debe intervenir en nombre de Afganistán. Esta decisión no la toman a la ligera en las Naciones Unidas, según destacó la agencia de noticias.

Mucho antes de que llegara esta carta de los talibanes a la ONU, ya se había recibido otro comunicado del actual embajador afgano, Ghulam Isaczai, quien se presentó como el líder de la delegación del país en las reuniones internacionales.

Sin embargo, el vocero de las Naciones Unidas Farhan Haq declaró a los medios que ambas peticiones fueron enviada al comité de credenciales de la Asamblea General, conformada por nueve países –entre ellos Estados Unidos, China y Rusia– la cual se encargará de analizar las solicitudes y tomarán una decisión, que no será antes de que termine la asamblea.

El debate de la 76 edición periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU arrancó este lunes y finaliza el próximo lunes 27 de septiembre. En este evento los Estados miembro tienen la oportunidad de reafirmar su compromiso con el multilateralismo.

Este año, el debate se realizará de manera híbrida, debido a la pandemia de la covid-19. Los jefes de Estado o de Gobierno pueden optar por pronunciar su declaración en vivo desde el podio en el Salón de la Asamblea General o hacer que un delegado presente su declaración pregrabada.

Este martes, el presidente de Estados Unidos Joe Biden aseguró que está “abriendo una nueva era de diplomacia” tras el fin de la guerra en Afganistán, y que Estados Unidos estaría dispuesto a usar la fuerza “si fuera necesario”, pero que el poder militar debe ser una “herramienta de último recurso” que “no debe utilizarse como la solución a cualquier problema que encontremos alrededor del mundo”, reseñó la agencia de noticias DW en español.

Durante su intervención en la ONU, Biden les pidió a los talibanes que respeten los derechos humanos. Les exigió que las niñas y mujeres puedan cumplir sus sueños. “Tenemos que condenar la opresión de las minorías religiosas. Debemos defender los derechos LGBTI”, dijo el mandatario estadounidense.

Los talibanes, que quieren protagonizar una escena en las Naciones Unidas, este martes anunciaron los nombres de sus ministros sin tomar en cuenta el enfoque de género. La mayoría de estos nombramientos “se realizaron con base en la profesionalidad y el mérito, y fortalecerán aún más los recursos humanos del Emirato Islámico”, dijo en una rueda de prensa el viceministro de comunicaciones del Gobierno islamista y principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid.

Pese a la insistencia en que conformarían un Gobierno “inclusivo”, entre los nuevos ministros, de Comercio o Salud, se encuentran solo unos pocos representantes de etnias no pastunes u otras minorías, y ninguna mujer, informó en una nota la agencia DW en español.

Entre ellos están Haji Noor Uddin, nuevo ministro de Comercio, o Haji Muhammad Bashir y Haji Azim Sultan, viceministros del mismo despacho, los tres miembros de la etnia tayika; o el doctor Muhammad Hassan Ghyasi, segundo viceministro de Salud Pública, y perteneciente a la atacada minoría hazara.

El pasado 10 de septiembre, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) exigió a los talibanes el cese “inmediato” del uso de la fuerza en las manifestaciones que se realizan en contra de este grupo, que ha reaccionado con detenciones arbitrarias.

En un comunicado, el organismo denunció que los manifestantes pacíficos que se enfrentaron al nuevo Gobierno en Afganistán recibían una respuesta cada vez más violenta por parte de los talibanes, que los han reprimido con ataque de balas, golpes y látigos.