La actividad sísmica en México volvió a sentirse hoy 21 de septiembre en distintas zonas del país, comenzando por el más reciente que tuvo lugar a las 7:50 a. m., hora local, en Ometepec, estado de Guerrero, alcanzando una magnitud de 4.1 en la escala de Richter.
Este reciente temblor estuvo ubicado precisamente a 26 kilómetros del noroeste de Ometepec e inició desde una profundidad de 48.7 kilómetros. Hasta el momento no se ha reportado ningún tipo de daños materiales.
Más temprano, se presentó otro movimiento telúrico en Atoyac de Álvarez, estado de Guerrero, con una profundidad de 21.8 kilómetros y una magnitud de 3.4 grados en la escala de Richter.
Seguido a este sismo, más temprano se presentaron otros temblores en diferentes partes del país, como en la zona de Mapastepec, con una escala de 3.8 grados y una profundidad de 80 kilómetros y otro que se presentó en la madrugada de hoy, en el estado de Michoacán, a 62 km al suroeste de Coalcoman.
La información fue recolectada por el Servicio Sismológico Nacional quien es el encargado de registrar, almacenar y distribuir datos del movimiento del terreno para informar sobre la sismicidad del país a las autoridades y a la población en general.
También el instituto se encarga de promover el intercambio de datos y cooperar con otras instituciones de monitoreo e investigación a nivel nacional e internacional.
El objetivo de distribuir oportunamente esta información es establecer y mantener una red de monitoreo de sismos en el país, que opere con altos estándares de calidad y de manera continua.
“Mantener un monitoreo continuo de los fenómenos sísmicos que tienen lugar en el país, usando instrumentos de aceleración, velocidad y desplazamiento”, dice el SSNM.
El mes de los terremotos en México
México es un país sísmicamente activo. Desde 2017, seis terremotos de magnitud superior a 7,0 han azotado el país, cuatro de ellos durante el mes de septiembre.
Para la mayoría de los mexicanos, estos acontecimientos recientes han consolidado a septiembre como el “mes de los terremotos”. Por lo tanto, los sismólogos mexicanos enfrentan la difícil tarea de convencer a la gente de que esta suposición no es cierta. Una mirada detenida a los datos muestra estos eventos repetidos como lo que son: una desafortunada coincidencia.
México es vulnerable a los terremotos porque está situado de manera única cerca de cinco placas tectónicas: Cocos, América del Norte, Pacífico, Caribe y Rivera. A medida que las placas se empujan, pasan y se alejan lentamente unas de otras, se acumula energía. Cuando se almacena suficiente, un porcentaje de esa energía se libera repentinamente, cuando las placas se deslizan unas sobre otras, provocando un terremoto.
Recientes terremotos en México, en septiembre
El primero, el terremoto de Tehuantepec de magnitud 8,2, se produjo el 7 de septiembre de 2017. Menos de dos semanas después, el 19 de septiembre, se produjo el terremoto de Puebla-Morelos de magnitud 7,1.
Este último terremoto se produjo 32 años después del terremoto de magnitud 8,1 de Michoacán. El 7 de septiembre de 2021, el terremoto de Acapulco de magnitud 7,4 sacudió la costa de Guerrero.
Recientemente, como si se tratara de una broma tectónica, el 19 de septiembre de 2022, un terremoto de magnitud 7,7 sacudió la costa de Michoacán.
Tras ello, las autoridades de Ciudad de México han anunciado la activación de la alerta sísmica y han pedido a la población “evacuar y resguardarse en lugar seguro”. “Siga las indicaciones del personal de Protección Civil y servicios de emergencia en la zona”, han manifestado a través de Twitter.
Por su parte, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Ciudad de México, apuntó en ese momento que “tras la activación de la alerta sísmica, una mujer perdió la vida tras golpearse en la cabeza al caer de las escaleras de su domicilio, en la colonia Doctores”, mientras que en la colonia Educación ha fallecido un hombre “por un infarto”.