En México sigue temblando y hoy miércoles 27 de septiembre no fue la excepción, un movimiento telúrico se presentó terminada la madrugada en el sur de Atoyac de Álvarez en el Estado de Guerrero.
La magnitud del sismo fue de 4.1 grados en la escala de Richter, con una profundidad de 1.8 kilómetros y se pudo sentir en territorios cercanos con una intensidad relativamente baja.
Más temprano, justo al iniciar el día se presentó un nuevo temblor con una intensidad de 4.2 grados en la escala de Richter con una profundidad de 34 kilómetros de profundidad.
Debido a esta alta actividad sísmica, el Servicio Sismológico Nacional ha desarrollado un plan para recopilar y distribuir datos exactos sobre los movimientos telúricos en tiempo récord a través de la página oficial de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), bajo la supervisión y aprobación de los investigadores.
Un sismo es un rompimiento repentino de las rocas en el interior de la Tierra. Esta liberación repentina de energía se propaga en forma de ondas que provocan el movimiento del terreno.
Este fenómeno provoca el movimiento de las placas y es justo en los límites entre placas, donde hacen contacto unas con otras, se generan fuerzas de fricción que mantienen atoradas dos placas adyacentes, produciendo grandes esfuerzos en los materiales.
¿Cómo se detectan los sismos?
La magnitud de un temblor está relacionada con la energía liberada en forma de ondas sísmicas que se propagan a través del suelo. Al propagarse la ondas sísmicas provocan el movimiento del suelo por donde pasan.
Para registrar estos movimientos se utilizan equipos denominados sismógrafos o acelerógrafos, cuyo principio de operación, basado en la inercia de los cuerpos, consiste de una masa suspendida por un resorte que le permite permanecer en reposo por algunos instantes con respecto al movimiento del suelo.
Si se sujeta a la masa suspendida un lápiz que pueda pintar en un papel pegado sobre un cilindro que gira a velocidad constante, se obtiene así un registro del movimiento del suelo o sismograma, según el SSN.
México y su sistema de alerta sísmica
El sistema de alerta sísmica emite avisos en el Valle de México cuando una serie de estaciones sensoras localizadas a lo largo de la costa de Guerrero confirman la ocurrencia de un sismo de gran magnitud en esta zona.
La utilidad del SAS radica en el principio que la velocidad de propagación de las ondas de radio (por medio de las cuales se transmite la alerta) es mayor a la velocidad de propagación de las ondas sísmicas.
El aviso anticipado del inicio del sismo que ocurre en la costa de Guerrero a su arribo al Valle de México y Toluca es de aproximadamente 60 segundos, tiempo suficiente para llevar a cabo medidas que reduzcan la posibilidad de que se genere un desastre considerable.
¿Por qué México es tan susceptible a los terremotos?
México ha sido durante mucho tiempo un lugar donde la tierra tiembla y tiembla. Hace unos 40 a 50 mil millones de años, el Valle de México se creó cuando una actividad volcánica y sísmica masiva en el área creó enormes montañas de roca volcánica.
Parte de la razón por la que México es propenso a sufrir terremotos es que se encuentra dentro de una zona de subducción, donde dos placas continentales se mueven una encima y otra debajo de la otra (en este caso, la placa oceánica de Cocos y la placa continental de América del Norte).
Ha habido 34 terremotos de magnitud 7 o superior cerca de la Ciudad de México desde 1900. Se han producido varios terremotos importantes en el área en las últimas semanas, pero el epicentro del terremoto de 7,1 más reciente el 19 de septiembre estuvo muy cerca de la ciudad.
Los dos terremotos recientes en el centro de México ocurrieron a lo largo del Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de fallas que corren a lo largo de la placa tectónica del Pacífico y algunas placas más pequeñas en el Mar de Filipinas y el Océano Pacífico.
Lo más probable es que México siga moviéndose y temblando mientras el continente exista y mientras la Tierra siga moviéndose, asentándose y haciéndonos saber que sólo estamos visitando a residentes en un planeta muy vivo.