Desde la noche de ayer 8 de noviembre se han presentado varios sismos en México de diferente magnitud, uno de ellos tuvo lugar a las 10:48 p.m. a 29 kilómetros al noreste de Arcelia, estado de Guerrero.

El primer sismo que se presentó el día de hoy tuvo una magnitud de 4.3 grados en la escala de Richter, a 88 kilómetros al suroeste de Hidalgo, estado de Chiapas, con una profundidad de 13 kilómetros. Este sismo se presentó pasadas las dos de la mañana.

A las 3:46 a. m. tuvo lugar otro sismo de magnitud 4.0 grados en la escala de Richter, precisamente a 65 kilómetros al noreste de Matías Romero, Oaxaca, con una profundidad de 137 kilómetros. Hasta el momento no se han reportado daños materiales o pérdidas humanos.

Llegadas las 5:00 a. m. se presentó otro movimiento telúrico hoy 9 de noviembre, con una magnitud de 4.1 grados en la escala de Richter, a 128 kilómetros al sureste de Salina Cruz, estado de Oaxaca, con una profundidad de 16 kilómetros.

Finalmente, a las 5:42 a. m. se sintió un temblor a 53 kilómetros al suroeste de Salina Cruz, Oaxaca, justo donde minutos antes se había presentado otro sismo. El último movimiento telúrico del día se presentó a una profundidad de 7.7 kilómetros y una magnitud de 4.0 grados en la escala de Richter.

Según el Servicio Sismológico Nacional de México, ninguno de los temblores que se han registrado desde la tarde de ayer hasta el día de hoy han tenido ningún informe de daños significativos o alarmas de algún sentido que afecte a la población civil.

Varios temblores se sintieron en México en las últimas horas | Foto: Servicio Sismológico Nacional

¿Qué hacer en caso de un sismo?

Aléjese de edificios, cables de servicios públicos, sumideros y líneas de combustible y gas. El mayor peligro por la caída de escombros se encuentra justo afuera de las puertas y cerca de las paredes exteriores de los edificios.

  • Diríjase a un área abierta alejada de árboles, postes telefónicos y edificios. Una vez que esté al aire libre, agáchese y quédese allí hasta que cese el temblor.
  • El área cerca de las paredes exteriores de un edificio es el lugar más peligroso. Las ventanas, las fachadas y los detalles arquitectónicos suelen ser las primeras partes del edificio en colapsar. Manténgase alejado de esta zona de peligro.
  • Si un temblor intenso dura 20 segundos o más, evacue inmediatamente a un terreno elevado, ya que el terremoto podría haber generado un tsunami.
  • Muévase tierra adentro 2 millas (3 kilómetros) o a tierra que esté al menos a 100 pies (30 metros) sobre el nivel del mar inmediatamente. No espere a que los funcionarios emitan una advertencia.
  • Camine rápidamente, en lugar de conducir, para evitar el tráfico, los escombros y otros peligros. Si está en silla de ruedas, bloquee las ruedas. Retire cualquier elemento que no esté bien sujeto a la silla de ruedas.
Infografía sobre terremotos. Imagen extraída de: Centro para el control y prevención de enfermedades. | Foto: Imagen extraída de: Centro para el control y prevención de enfermedades.
  • Si puede, busque refugio debajo de una mesa o escritorio resistente. Manténgase alejado de paredes exteriores, ventanas, chimeneas y objetos colgantes.
  • Si está afuera, vaya a un área abierta alejada de árboles, postes telefónicos y edificios, y quédese allí.
  • Si está afuera, vaya a un área abierta alejada de árboles, postes telefónicos y edificios, y quédese allí.

¿Por qué tiembla tanto en México?

México está ubicado a lo largo de una zona de subducción, donde una losa de la corteza terrestre (la placa oceánica de Cocos) se desliza debajo de otra (la placa continental de América del Norte).

La fricción entre las cortezas provoca fuertes y devastadores terremotos. La Ciudad de México está construida sobre suelo blando, lo que intensifica los efectos de los terremotos provocados por estas placas tectónicas.

El sitio donde se construyó la Ciudad de México alguna vez fueron islas en un lago mucho más grande. En el siglo XVI, los colonizadores españoles comenzaron a drenar el lago, lo que hizo que los residentes dependieran de acuíferos subterráneos para obtener agua.

Paseo de la Reforma, una de las vías más famosas de Ciudad de México | Foto: Getty

Debido a esta continua explotación, la ciudad comenzó a hundirse, ya que el acuífero se está agotando más de lo que se repone, y las láminas de arcilla sobre las que está construida la Ciudad de México se están comprimiendo y agrietando, según la revista Britannica.