El Servicio Sismológico Nacional (SSN) ha reportado en el transcurso de la jornada varios temblores en México. Hasta las 10:30 a. m., (hora local) se habían presentado 17 movimientos telúricos, aunque ninguno había alcanzado 4,0 de magnitud.

Según ese organismo, un sismo de 3,4 tuvo su epicentro 17 kilómetros al suroeste de Coyuca de Benítez en el estado de Guerrero. Previamente en Río Grande (Oaxaca) se situó uno (3,3) antecedido por el de Pijijiapan (Chiapas) cuya intensidad correspondió a 3,7.

Más temprano, el SSN dio cuenta de más eventos en otros estados como Colima, Michoacán, Jalisco, Veracruz y San Luis Potosí. Este miércoles entre los lugares foco de eventos naturales estuvieron Sonora, Oaxaca, Chiapas, Guerrero, así como Coahuila de Zaragoza.

Al igual que varios países, México es una de las zonas que más expuesta está a sufrir de fuertes sismos. | Foto: Petrovich9

México es solo una de las naciones en América propensas a constante actividad sísmica. Solo en lo corrido de una jornada podrían presentarse decenas de fenómenos naturales, aunque la mayoría tiene una fuerza menor que resulta imperceptible para la mayoría de la población; pero no hay que bajar la guardia.

¿Los sismos tienen sus zonas ‘escogidas‘?

Si bien es cierto que el Anillo de Fuego del Pacífico es responsable por la mayoría de actividad sísmica, hay zonas un poco más ‘específicas’ donde se concentran los temblores. National Geographic explica que, pese a ello, algunos territorios están en los límites de las placas tectónicas y tienen mayor riesgo a enfrentar los choques.

El gobierno mexicano informa que los terremotos ocurren por la interacción entre las placas, aunque esa no es la única razón. Otras pueden tener una responsabilidad menor, pero no está de más tenerlas presente como los deslizamientos.

Los movimientos telúricos generan todo tipo de reacciones. | Foto: Cylonphoto

El sitio web subraya que su magnitud no suele ser alta y sucede por la fuerza del peso de las montañas al generar “deslizamientos a lo largo de fallas”. Otras causas son la volcánica, por hundimiento y explosiones atómicas.

Con respecto a las consecuencias, los fenómenos naturales y la ‘imposibilidad’ de anticiparse con suficiente antelación no solo inundan de pánico a múltiples personas. Otros efectos son los derrumbes, incendios, crisis nerviosas, alertas de tsunami y derrumbes (por mencionar algunos ejemplos).

Ventajas de participar en simulacros

Como ya se mencionó, pese a los avances tecnológicos no es posible predecir cuándo ocurrirá un terremoto, el epicentro y magnitud. Lo que sí se puede hacer es generar conciencia sobre la importancia de prepararse, participar en los simulacros de emergencia y nutrir la información durante y después de la misma.

“No todos los simulacros requieren evacuar un inmueble. Esa decisión dependerá del escenario de riesgos, así como de las condiciones internas y circundantes”, resalta el gobierno de México en su apartado sobre la prevención de desastres.

¿Cómo prepararse durante un terremoto? | Foto: Getty Images / egon69

Los simulacros permiten ampliar el conocimiento y reducir el riesgo de perder vidas, pues a veces pequeñas decisiones son determinantes. Algunos de los beneficios al participar en esas jornadas son:

1. Fortalecer la preparación para actuar ‘correctamente’ en caso de emergencia.

2. Promocionar la cultura de protección en diferentes sectores de la sociedad.

3. Ayudar a constatar si la estrategia o acciones preparadas realmente son eficaces o necesitan mejoras.

Acciones prioritarias cuando tiembla

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), un millón de movimientos telúricos pueden experimentarse a nivel global. Esto equivale aproximadamente a dos sismos por minuto, algunos de mayor y otros menor magnitud. Parte de las acciones clave son:

1. Conversar con los integrantes de la familia sobre cómo actuar ante un sismo.

2. Identificar los lugares seguros tanto en casa como sitio de trabajo para resguardarse.

3. Compilar y tener a disposición las líneas de emergencia.

4. Tener lista una maleta con elementos de primeros auxilios y comida no perecedera.