Varios países de América Latina a menudo presentan movimientos telúricos, algunos de mayor intensidad que otros, pero bajo una constancia al estar ubicados en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Esta zona se caracteriza por su actividad sísmica y, según National Geographic, sus placas oceánicas se deslizan bajo Asia y América.
Pese a que frecuentemente numerosos territorios experimentan dichos fenómenos naturales, muchas veces casi imperceptibles, su ubicación no deja de representar un riesgo para millones de personas. El Cinturón de Fuego no se limita a sismos pues, como su nombre lo indica, también hay eventos volcánicos.
En cuanto a estos últimos, son varios los tipos de erupciones que se pueden presentar y, de acuerdo al portal mencionado, las magmáticas están entre las más conocidas (estas se generan con la expulsión del gas del magma). Sus efectos pueden generar desastres considerables y representar un peligro para la vida.
Última actividad en Perú
Uno de los eventos sísmicos más recientes en la región lo reportó Perú con una magnitud de 4.2. Este se localizó en la madrugada del miércoles, concretamente a 85 kilómetros de la ciudad de Moquegua (capital del distrito con el mismo nombre).
Según informó el Centro Sismológico Nacional, su profundidad fue de 28 kilómetros, la latitud equivalió a -18.33 con una longitud alcanzada de -71.69. Las autoridades no dieron cuenta de posibles daños materiales o víctimas.
Este fenómeno estuvo precedido por otros de intensidad similar el martes (8 de agosto) como el registrado a las 5:12 de la tarde con una fuerza no mayor a 3.8, 15 kilómetros al sureste de Maca, provincia de Caylloma y departamento de Arequipa. La profundidad fue igual a 10 kilómetros.
Tres horas antes, las autoridades informaron un temblor con magnitud 4.0 a 30 kilómetros de Ancón, en la provincia de Lima. Minutos antes se había registrado otro evento de 3.6 cerca de Chivay en Caylloma. La jornada anterior presentó otros dos movimientos telúricos de una fuerza similar.
Sismo en México este miércoles
Este 9 de agosto las autoridades mexicanas reportaron un sismo de 5,8 al oeste de Tonalá, en el estado de Chiapas, con una profundidad de 104 kilómetros, su latitud fue igual a 16.08 y la longitud correspondió a -93.78. De momento, no hay reporte de lesionados o afectaciones a infraestructuras.
En la madrugada de esta jornada, la entidad que monitorea esos eventos dio cuenta de otro, cuya fuerza no superó los 4.3 y se localizó 136 kilómetros al suroeste de Pijijiapan (también en el estado de Chiapas).
Un día antes, el municipio de San Pedro Pochutla, Oaxaca, registró un temblor con magnitud 4.2 a las 4: 55 p. m. y una profundidad de 9 kilómetros. Casi una hora antes, esa misma zona fue epicentro de un fenómeno similar.
Millonarios daños por catástrofes naturales
Durante el primer semestre de 2023, no han sido pocas las catástrofes naturales que, en algunos casos, han cobrado la vida de decenas de personas. En otros, la potencia ha sido mayor, como el terremoto en Turquía y Siria, que dejó más de 50.000 fallecidos a comienzos de febrero.
El panorama a nivel global ha dejado afectaciones estimadas en unos 120.000 millones de dólares, de acuerdo con la reaseguradora suiza Swiss Re. El año pasado los daños fueron de 123.000 millones de dólares, señaló AFP.
Las pérdidas económicas se estiman en 34.000 millones de dólares, según un cálculo preliminar del Banco Mundial. Los costes para las aseguradoras, a su vez, se ubican en 5.300 millones de dólares, según Swiss Re, citada por la agencia referida.
En el caso de Estados Unidos, las pérdidas ascendieron a 34.000 millones de dólares, y las tormentas costaron a las entidades de ‘respaldo‘ 34.000 millones de dólares. Diez tormentas causaron daños superiores a 1.000 millones de dólares.