La inseguridad se ha convertido en una problemática que para algunos residentes de los distritos peruanos El Rímac y La Victoria pasó a convertirse en el pan de cada día con dueños de lo ajeno buscando la oportunidad de salirse con la suya. No conformes con el delito, algunos han justificado su actuar sin ningún reparo.

Integrantes de la Policía Nacional, en el vecino país, detuvieron a dos hombres acusados de robar celulares dentro del transporte público en esas dos zonas. Uno de ellos fue capturado en el momento preciso en que tomaba un celular que no era suyo.

Lo que sorprendió a los agentes y causó indignación entre la población fue que, al encontrarse “cercado” pidió que lo dejaran en libertad y que la única razón por la que robaba era porque “tenía una hija que mantener”. En imágenes divulgadas por medios locales se escucha cuando dice: “Por favor”, mientras que un transeúnte refuta: “¿Este es el angelito? ¿Por favor? Ahí sí lloras”.

Noticieros peruanos detallan que La Victoria empezó a conocerse como “la selva” y ha sido presa de los delincuentes. “Ahí va, está corriendo para el carro, son dos (...), está corriendo, nada, nada” comenta una mujer desde su vehículo mientras observa cómo dos individuos intentan abrir otro carro, y tras no tener éxito a la primera siguen aprovechando un trancón para consumar el delito.

“Ayúdame, por favor”

Segundos después buscan otra víctima, pero ya están en el radar de las autoridades, quienes proceden a llevarlos a la comisaría. Previo a ello es cuando “suplica” por “compasión”: “Ayúdame, por favor. He cometido un delito, señorita” dice un joven y al ser preguntado por lo que hizo responde: “he hurtado un celular”. Cuando una mujer le interroga por su edad, comenta que tiene 19 años y esta le dice: “Ya es mayor de edad, usted tiene que asumir su responsabilidad”.

Como justificación al acto que solo minutos atrás cometió, el hombre reiteró que robaba “por necesidad, porque tengo una hija que recién ha nacido, madre”. Se trata de un caso que se replica en otras partes del país suramericano y que, en más de una ocasión, tiene a menores de edad como protagonistas de los hechos.

En un área diferente, cuando le realizan una serie de preguntas, alias “tripita” no muestra señal de arrepentimiento mientras dice: “es que mi amigo se está riendo”. Otro confirmó que era menor de edad con cuatro antecedentes policiales por hurto y que se comunicaría con su tía para ponerla al tanto de la situación porque su “mamá está presa”, aunque se negó a referirse al motivo.

También en La Victoria, otro hombre fue intervenido cuando, en compañía de una segunda persona, presuntamente estaba robando un celular. Según las autoridades, todo el mundo le dice “el tío lucas”, y suele merodear con un chaleco amarillo con el mensaje “inspector de transporte”.

Referente a su pasado, este individuo aseguró que ya había tenido un encuentro con la Policía en el “año 2013 por hurto agravado”.

“¿Me volveré millonario?”

En el distrito Puente Piedra, provincia de Lima, otro caso generó el rechazo de la comunidad, cuando un hombre fue señalado de quitarle la limosna a un adulto mayor en condición de discapacidad. Alias “choro malo” fue detenido exactamente en el cruce de las avenidas República Venezuela y Buenos Aires.

Sin negar lo que había hecho, el sujeto aseveró que se trataba de “algo simple” y continuó: “Yo realmente no tengo nada que ver ¿Acaso me voy a volver millonario? Si es para comer nada más”.

Según medios internacionales, Fernando Cerda (su nombre de pila) registra varias denuncias y pidió que se contactaran con su familia para “aclarar” su situación. “Yo soy trabajador, soy mecánico de Ferreyros. Yo tengo mi familia. Si quieren llámenlos”.

De acuerdo con el reporte del Sistema de Denuncias Policiales (SIDPOL), el año pasado se contabilizaron 94.789 hechos delincuenciales en Perú.