En medio de la tensión que ya se vive en todo el mundo por cuenta de la ocupación rusa a Ucrania desde hace más de dos meses, y la respuesta que ello ha suscitado por gran parte de los países occidentales, este viernes, el presidente de Indonesia Joko Widodo, dio a conocer una situación que aumenta las tensiones entre occidente y Rusia, tras confirmar que, en su calidad de país anfitrión de la próxima cumbre del G20, a desarrollarse en el mes de noviembre, extendió invitación tanto a l presidente de Rusia, Vladimir Putin, como a su similar ucranianio, Volodimír Zelensky.
“Invité al presidente Zelenski a participar en la cumbre del G20″, afirmó el mandatario, señalando que, tras la confirmación de asistencia a dicho espacio por parte del presidente ruso, se vio presionado por una serie de Estados, encabezados por EE. UU., para que se retirara la invitación; no obstante, se negó a ello, en razón a que su país ha decidido mantener su estatus neutral frente a la confrontación.
Ante la negativa del gobierno de Jakarta, de excluir a Putin de la cumbre de líderes mundiales, surgieron nuevas propuestas, como la de buscar un equilibrio en dicho espacio, a través de la invitación del líder ucraniano, propuesta que fue acatada.
Precisamente, al respecto, el pasado miércoles, a través de su cuenta de Twitter, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, dio a conocer que fue notificado oficialmente de la invitación, a través de una conversación telefónica sostenida con su par indonesio.
En una llamada similar, sostenida el jueves con el líder ruso, el presidente de Indonesia, Joko Widodo confirmó la invitación a Putín, quien, según el líder indonesio, agradeció por la invitación, y confirmó que asistirá.
Sin embargo, el actual escenario, de cara a la cumbre de noviembre, no termina de satisfacer a otros líderes mundiales, entre los que se cuenta el presidente de EE. UU. Joe Biden, quien este viernes manifestó su incomodidad frente a la invitación a Putin.
En ese sentido, desde Estados Unidos se afirmó que “no se puede hacer como si nada ocurriera”, señalando el papel de paria internacional que en este momento juega el régimen Ruso por su posición frente a los países que apoyan a Ucrania, y frente a organizaciones internacionales que han elevado múltiples llamados al cese de la violencia; lo cuales han recibido caso omiso por parte de Moscú.
El posible encuentro de Putin con los líderes de los países más poderosos del planeta despierta cierta curiosidad y tensión, en tanto, desde el inicio de la actual ocupación a Ucrania, el mundo occidental se ha unido en torno a lograr aislar a Rusia del sistema internacional, en un rifirrafe que se ha visto marcado por rupturas de acuerdos internacionales, expulsiones de diplomáticos, e incluso amenazas de ataques frontales.
Este viernes, al hacer manifiesto el descontento de Estados Unidos por la invitación a Rusia, la la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Jalina Porter, no aclaró si, dado el panorama, Estados Unidos estaría dispuesto a tomar parte de la cumbre a celebrarse en Balí.
Uno de los puntos a tener en cuenta frente a este escenario, que desde ya avizora la tensión del evento, es que, a diferencia de Ucrania, Rusia sí es miembro del G20, y que su invitación a formar parte del encuentro es tácita, e incluso se formalizó antes del inicio de la actual invasión a Ucrania; país que por el contrario no hace parte de la organización.
*Con información de AFP.
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