Este miércoles 30 de agosto, Corea del Norte nuevamente disparó dos misiles balísticos de corto alcance al mar como parte de un “ensayo de ataque táctico nuclear” ante el despliegue de ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur, informaron los medios estatales, evidenciando la furia de Pyongyang.
Los lanzamientos, anunciados en un primer momento por el ejército surcoreano, coinciden con los ejercicios militares conjuntos que anualmente organizan Seúl y Washington, y que suelen irritar al régimen de Pyongyang, puesto que advierten sobre las amenazas de seguridad con el régimen.
Las fuerzas armadas del país comunista dijeron que los disparos se produjeron el miércoles por la noche, “en un ensayo de ataque nuclear táctico, simulando ataques de tierra quemada contra los principales centros de mando y aeródromos operativos” al otro lado de la frontera, en Corea del Sur.
Los “misiles balísticos tácticos” cayeron en el mar del Este, también conocido como mar de Japón, justo antes de medianoche del miércoles al jueves, dijo la agencia surcoreana Yonhap, citando al ejército de ese país.
“El ensayo pretende enviar un mensaje claro a los enemigos”, advirtieron las fuerzas armadas de Corea del Norte en un comunicado publicado por la agencia de prensa estatal KCNA. Pyongyang ha llevado a cabo un número récord de pruebas armamentísticas este año.
El martes, en respuesta a las maniobras entre Washington y Seúl, también desplegó unos ejercicios militares durante los que el líder del país, Kim Jong Un, visitó un centro de entrenamiento para comandantes, dijo KCNA.
Ese simulacro tenía como objetivo que “todos los oficiales de mando y las secciones de personal de todo el ejército realicen preparativos completos para la guerra”, afirmó la agencia, como una insistente advertencia que ha mantenido durante los últimos meses el líder norcoreano por los acercamientos entre Estados Unidos y Corea del Sur.
El sobrevuelo del bombardero estadounidense
En Seúl, el Estado Mayor Conjunto aseguró que su ejército mantenía “una postura de plena disponibilidad en estrecha cooperación con Estados Unidos”.
Los ejercicios militares que realizan Corea del Sur y Estados Unidos involucran al menos un bombardero estratégico estadounidense B-1B, que sobrevoló la península coreana a primera hora del miércoles, según Yonhap.
Esta situación fue considerada por Pyongyang como “una amenaza grave (...) conforme al escenario de un ataque nuclear preventivo contra la RPDC”, el acrónimo oficial del país, afirmó en su misiva.
El portavoz de seguridad nacional estadounidense, John Kirby, declinó hacer comentarios a los periodistas en Washington cuando se conoció la noticia del disparo de misiles norcoreanos.
Es de recordar que Estados Unidos, Corea del Sur y Japón también realizaron un ejercicio naval de defensa antimisiles el martes, que enfureció a Pyongyang. Además, estos tres han reforzado su cooperación en materia de defensa en los últimos meses en respuesta al aumento de las provocaciones con misiles por parte de Corea del Norte, que a su vez es respondida con más lanzamientos por parte del líder norcoreano.
Kim declaró “irreversible” el estatus de potencia nuclear de su país y ha pedido impulsar la producción de armas, incluidas las nucleares. También ha llamado a fortalecer la marina norcoreana porque las aguas del país rebosan del “peligro de una guerra nuclear”.
“Debido a las acciones beligerantes de Estados Unidos y otras fuerzas hostiles, las aguas de la península coreana se han convertido en el mayor punto de concentración mundial de equipo de guerra, en las aguas más inestables con el peligro de una guerra nuclear”, dijo esta semana Kim, citado por KCNA.
Sin embargo, la apuesta del líder norcoreano ha sido criticada por la ONU, instando a Pyongyang a cumplir con la reglamentación, desarme y mínimos de la capacidad nuclear para evitar daños irreversibles.
*Con información de AFP.