El ambiente tenso que reina entre Rusia y el resto de Europa se trasladó este lunes al aire, debido a una serie de episodios protagonizados por operaciones aéreas.
El Reino Unido informó que en la mañana desplegó sus aviones Caza Typhoon de la Royal Air Force (RAF), con el fin de interceptar y vigilar a dos bombarderos rusos que sobrevolaban la zona de vigilancia aérea de la Otan, al norte de Escocia, poco después de que Rusia reportara que había interceptado a un avión de Noruega.
El reporte de los británicos señaló que sus aviones partieron de la base de Lossiemouth, norte de Gran Bretaña, para ejercer sus acciones sobre los aviones rusos sobre las islas Shetland.
De acuerdo con el secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, James Heappey, los cazas estaban listos para contrarrestar “cualquier potencial amenaza al territorio británico”.
El secretario Heappey hizo énfasis en que la RAF conserva “una vigilancia constante del espacio aéreo del Reino Unido” y que “está siempre a punto para pasar a la acción de inmediato con el fin de mantener al país seguro”.
Por su parte, el gobierno ruso no se quedó atrás en medio de una especie de calma tensa e indicó que sus bombarderos Tu-160, Tu-95MS y Tu-22M3, sobrevolaron, con intenciones de patrullaje, aguas neutrales del el mar de Noruega, el mar Báltico, el mar de Barents y otros del Océano Glacial Ártico.
El gobierno agregó que estos sobrevuelos contaron con los cazas Su-335, Su 27 y MIG-31, cuyo objetivo era escoltar a los bombarderos.
De acuerdo con el teniente general Serguéi Kobilash, comandante en jefe de la fuerza aérea rusa de largo alcance: “Todos los vuelos se llevaron a cabo en estricta conformidad con las normas internacionales para el uso del espacio aéreo”.
El ambiente caldeado entre Rusia y la Otan también contó con la intervención de dos cazas F-16 de bandera holandesa, los cuales se encargaron de interceptar a dos bombarderos rusos que sobrevolaban por el área que Holanda vigila para la Otan. Las aeronaves ya habían sido detectadas por Dinamarca.
Antes de este cruce de sobrevuelos, Rusia había dicho que uno de sus cazas MiG-29 impidió que un avión noruego de patrulla P-8A Poseidon violara su frontera en la zona del mar de Barents.
“Cuando el caza ruso se acercó, el avión militar extranjero dio media vuelta y se alejó de la frontera de la Federación Rusa”, informó el Ministerio de Defensa, precisando que el aparato noruego era un Boeing P-8A “Poseidon”, un avión de patrulla marítima.
“No se permitió ninguna violación de la frontera de la Federación de Rusia”, agregó.
La interceptación, una maniobra que implica escoltar un avión considerado muy cerca de un espacio aéreo o dentro del mismo, se produjo en respeto a las reglas internacionales, “sin cortar su trayectoria” ni “acercamientos peligrosos”, dijo el Ministerio ruso.
Los incidentes entre aviones rusos y de países de la Otan, incluida Noruega, se han multiplicado en los últimos años, incluso antes del inicio del conflicto en Ucrania.
A menudo tenían lugar sobre el mar Báltico, pero también en el mar Negro y en otros lugares.
El ejército noruego dijo en abril que había seguido e identificado, como parte de una misión de la alianza, un escuadrón ruso compuesto por dos bombarderos estratégicos y tres cazas en el espacio aéreo internacional en el mar de Barents, en el océano Ártico.
Con información de AFP.