Las primeras discusiones entre Rusia, Estados Unidos y la OTAN sobre las garantías de seguridad exigidas por Moscú, vinculadas a la crisis en Ucrania, tendrán lugar en enero, indicó este miércoles el ministro de Relaciones Exteriores ruso.
“Se convino que a comienzos del próximo año tengan lugar contactos bilaterales entre negociadores rusos y estadounidenses, en una primera ronda”, señaló Serguei Lavrov en una entrevista a la cadena de televisión rusa RT.
Según este, los negociadores ya han sido elegidos y aceptados por ambas partes.
Lavrov también prevé que tras esta ronda, “también en enero”, comiencen enseguida discusiones con la OTAN.
La subsecretaria de Estado estadounidense para Europa, Karen Donfried, señaló el martes que espera que el diálogo sobre Ucrania y la seguridad en Europa comience “en enero”, aunque advirtió a Moscú que algunas de sus solicitudes son “inaceptables”.
Lavrov, por su parte, reiteró este miércoles las palabras del presidente Vladimir Putin, la víspera, instando a mantener discusiones “serias” y advirtiendo a sus rivales de no “empantanar” las negociaciones.
Este proceso no puede “ser eterno, puesto que se crean constantemente amenazas a nuestro alrededor, las infraestructuras de la OTAN se aproximan a nuestras fronteras”, destacó el ministro.
“Espero que, en virtud de nuestras acciones para garantizar nuestra seguridad, nos tomen en serio”, añadió.
El mismo miércoles, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, y su homólogo europeo, Josep Borrell, afirmaron que cualquier conversación sobre la seguridad europea sostenida con Rusia deberá darse en coordinación con la Unión Europea (UE).
“La UE colaborará con Estados Unidos y la OTAN para asegurarse de que sus intereses estén representados”, afirmó el español Borrell en un comunicado.
Rusia presentó la semana pasada dos proyectos de tratados, uno con Estados Unidos y otro con la OTAN, resumiendo sus exigencias para una desescalada.
Estos textos prohíben ampliar la Alianza Atlántica, integrando a Ucrania en particular, y limitan la cooperación militar occidental en Europa del Este y países de la ex-URSS, sin que se exijan medidas similares a Rusia.
Occidente acusa a Moscú de operaciones agresivas, puesto que el ejército ruso ha desplegado decenas de miles de efectivos en su frontera con Ucrania, de la que Rusia ya ha anexado una parte de su territorio (Crimea).
Los planes de concertación siguen pese a que Estados Unidos acusó de nuevo a Rusia este miércoles de mantener una “escalada” en la frontera con Ucrania, sin embargo espera continuar el diálogo diplomático con Moscú.
“Rusia sigue la escalada y no ha parado de reforzar la presencia militar” en la frontera, declaró a la AFP una portavoz de la diplomacia estadounidense, y reafirmó que Washington y sus aliados vigilan la situación “de cerca”.
La declaración coincide con un informe de Alemania que confirmó nuevos “movimientos de tropas” del lado ruso.
“Hay una línea de comunicación y de contacto diplomático abierta y esperamos que continúe”, declaró sin embargo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, durante la rueda de prensa cotidiana.
Los occidentales acusan a Moscú de haber concentrado decenas de miles de tropas en la frontera con Ucrania con el fin de preparar una eventual invasión.
El Kremlin, por el contrario, estima que es la actitud de Washington y de la OTAN la que es amenazante, en razón a su apoyo político y militar a Kiev.
“Cualquier nueva agresión contra Ucrania acarreará graves consecuencias”, previno la portavoz, retomando la advertencia de sanciones sin precedentes emitidas por los estadounidenses y sus aliados.
*Con información de AFP