Este miércoles un terremoto de magnitud 6,1 en la escala Richter sacudió Pakistán y Afganistán, a unos 44 kilómetros de la ciudad de Khost, en el sureste de Afganistán, a una profundidad de 51 kilómetros. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) registró el terremoto que se produjo a unos 44 km de la ciudad de Khost. Al menos 1.000 personas murieron en el potente desastre natural que sacudió el este de esos países, según un alto responsable de una de las provincias más afectadas.

“El balance llegó a los 1.000 muertos y esta cifra aumenta. La gente cava tumba tras tumba”, declaró el jefe del servicio de Información y Cultura de la provincia de Paktika, Mohamad Amin Huzaifa, en un mensaje a la prensa.

Los medios de comunicación de Pakistán informaron de que un sismo leve sacudió la capital, Islamabad y otras partes del país.

“Desafortunadamente, durante la última noche se registró un grave terremoto en cuatro distritos de la provincia de Paktika que mató e hirió a cientos de nuestros conciudadanos y destruyó decenas de casas”, expresó el portavoz del Gobierno afgano, Bilal Karimi.

“Pedimos a todas las agencias de ayuda que envíen inmediatamente equipos a la zona para evitar una mayor catástrofe”, señaló en un mensaje publicado en su cuenta oficial en la red social Twitter.

El terremoto tuvo su epicentro a unos 44 kilómetros de la ciudad de Jost, mientras que su epicentro ha estado a una profundidad de unos 51 kilómetros, según los datos publicados en su página web por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

Los medios de comunicación de Pakistán informaron que un sismo leve ha sacudido la capital, Islamabad y otras partes del país, sin que por ahora las autoridades paquistaníes se hayan pronunciado sobre el siniestro en su territorio, además de los datos que ya se conocen.

Por su parte, el Papa Francisco expresó su cercanía a la población de Afganistán tras el terremoto ocurrido este miércoles de madrugada, en el que, según los primeros recuentos oficiales, más de 600 personas resultaron heridas.

“Un terremoto causó grandes daños y víctimas en Afganistán. Expreso mis condolencias a los heridos y todos los afectados por el terremoto; rezo en particular por los que han perdido la vida. Espero que con la ayuda de todos se pueda aliviar el sufrimiento del querido pueblo afgano”, expresó el Papa en sus saludos durante la Audiencia General de este miércoles.

Además, Francisco expresó su “dolor y consternación” ante el asesinato en México de dos religiosos jesuitas a los que ha llamado “mis hermanos jesuitas” y un laico, al tiempo que ha condenado que sucedan tantos “asesinatos en México”.

“Me acerco con afecto y oración a la comunidad católica afectada por esta tragedia”, manifestó. Del mismo modo, agregó: “Una vez más repito que la violencia no resuelve los problemas, sino que aumenta el ‘sufrimiento inútil’”.

Antes de su catequesis semanal, el pontífice -como es habitual- se paseó en papamóvil saludando a los fieles presentes en la plaza de San Pedro del Vaticano. Francisco ha subido al vehículo a algunos niños, entre ellos, menores refugiados de Ucrania, que se han visto obligados a huir de su país a consecuencia de la guerra que arrancó el pasado 24 de febrero y que están escolarizados en una escuela de Roma.

“Los niños que estaban conmigo en el papamóvil eran ucranianos: no olvidemos a Ucrania, no perdamos la memoria del sufrimiento de ese pueblo martirizado”, subrayó.

*Con información de Europa Press