Turquía y Siria amanecieron con una tragedia debido a dos terremotos que sobrepasaron los 7 grados en la escala de Richter y que han dejado miles de muertos y heridos, además de graves daños en la infraestructura de los dos países.
Pero lo que más ha sorprendido al mundo son las imágenes del movimiento de tierra que pudieron ser grabadas por los celulares de los ciudadanos que sufrieron de este fenómeno natural.
Como en todo desastre natural, suelen haber historias impactantes, y este es el caso de la pequeña Raghad Ismail, una bebé de un año y medio de edad, quien fue rescatada de los escombros de donde estaba su casa, de acuerdo con CNN.
Sin embargo, al impacto no sobrevivieron su mamá y sus dos hermanos. Su padre quedó herido.
Es importante recordar que uno de los videos reveló cómo es el sonido de un terremoto, el cual resultó ser muy aterrador. Un estruendo ensordecedor y continuo que va subiendo de volumen a medida que se mueve la tierra de manera brusca fue el que detectó el celular del ciudadano, con el cual se grabaron las luces que produce un movimiento de esta gran magnitud.
En Turquía, lugar donde fue el epicentro del terremoto, se han registrado miles de personas muertas, según el último balance comunicado por el ministro de Sanidad, Fahrettin Koca. Más de 11.000 ciudadanos han resultado heridos, según la misma fuente, que agregó que unos 3.471 edificios se derrumbaron.
En Siria, el sismo causó al menos 1.000 muertos y más de 2.400 heridos. El Ministerio de Salud sirio informó de 570 personas muertas y 1.403 heridos en las zonas bajo control del Gobierno en este país en guerra.
Los Cascos Blancos, que operan en las partes de Siria en manos de los rebeldes, indicaron que hubo al menos 430 muertos y más de 1.050 heridos en esos sectores.
“La situación es muy grave, muchas personas siguen todavía bajo los escombros de edificios”, declaró el cirujano Majid Ibrahim, desde el hospital Al Rahma de la ciudad de Darkush.
El temblor se sintió a las 4:17 de la mañana (hora local) y se produjo a una profundidad de 17,9 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El epicentro se situó en el distrito de Pazarcik, en el sureste de Turquía, a unos 60 kilómetros de la frontera siria.
Se registraron unas cincuenta réplicas, entre ellas una de magnitud 7,5 que golpeó la zona nueve horas después, a cuatro kilómetros al sureste de Ekinozu.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha prometido este lunes 6 de enero a Turquía y Siria “toda la ayuda necesaria” por parte de su país.
“Estoy profundamente entristecido por la pérdida de vidas y la devastación causada por el terremoto en Turquía y Siria. He ordenado a mi equipo que siga analizando de cerca la situación en coordinación con Turquía y que entregue toda la ayuda necesaria”, manifestó a través de su cuenta en la red social Twitter.
Horas antes, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, había adelantado que Washington “está listo para proporcionar toda la asistencia necesaria”, al tiempo que se mostró “profundamente preocupado” por los efectos del terremoto.
Es muy probable que el balance se agrave rápidamente, teniendo en cuenta el número de edificios derrumbados en las ciudades más afectadas, como Adana, Gaziantep, Sanliurfa y Diayarbakir, en el sureste de Turquía. Debido a la hora en que ocurrió el sismo, de madrugada, la mayoría de la gente estaba durmiendo.