A través de un comunicado dado a conocer esta semana, la ONG Word Vision, elevó su voz de preocupación frente a la situación que actualmente viven miles de niños en Siria, uno de los países recientemente sacudido por el terremoto del 6 de febrero, en una tragedia que ya deja más de 40.000 víctimas mortales, y donde los muchos de los infantes rescatados han quedado totalmente desprotegidos, ya sea por la muerte de sus padres, o la imposibilidad de encontrarlos tras la tragedia.

En su informe, la referida ONG ha referido la situación como el ‘drama de los niños no acompañados’, refiriendo que si bien la situación para miles de menores en ese territorio, en medio de la guerra, ya era complicada, lo es aún más después del drama derivado de la serie de terremotos que afectaron al sur de Turquía y aparte del norte de Siria.

Cerca de 40.000 personas han muerto como consecuencia del terremoto del pasado 6 de febrero en Siria y Turquía. | Foto: Restringido

La ONG advirtió que el sistema de protección a la infancia que desarrollan varias instituciones en la zona ya estaba sobrecargado, y que ahora está ad portas de colapsar debido al alto número de menores que se han quedado desamparados con la pérdida o no localización de sus cuidadores o padres.

Citando datos de la Agencia especial para la Infancia de Naciones Unidas, Unicef, la nombrada ONG afirmó que se estima que 2,5 millones de niños y niñas sirios quedaron desprotegidos tras el sismo, sumándose así a la difícil situación que ya refería y despertaba preocupación internacional respecto al drama de la niñez en Siria.

En declaraciones citadas por la misma ONG, la directora de comunicaciones de la entidad para los países hispanoparlantes, Eloisa Molina, sentenció que si bien actualmente el drama de los niños y niñas ‘no acompañados’ es preocupante, es necesario que el mundo tome conciencia de ello, en tanto es un problema que día tras día va creciendo conforme se confirman nuevas muertes, o se conocen nuevos casos de menores que han quedado a la deriva, teniendo en los bebés parte de su población más vulnerable, en tanto la falta de identificación hace imposibles los esfuerzos por ‘juntarlos’ o reencontrarlos con sus familias en tanto no existe registro que permita establecer dichos vínculos.

Varias instituciones internacionales han advertido sobre el reto de la atención a la población infantil que quedó desprotegida tras la pérdida de sus padres, o la dificultad para la reunificación familiar. | Foto: REUTERS

En ese sentido, la ONG también ha advertido que parte del problema también se deriva de los menores que se han logrado rescatar con vida de los escombros, y que, debido a su corta edad, no cuentan con datos claros sobre sus familiares, lo que, en casos de pérdida de padre, también hace imposible que estos menores puedan ser puestos bajo tutelas de un grupo ampliado de familiares.

Así, la gama de los niños protagonistas del drama descrito por Word Vision comprende un amplio abanico de edades, en tanto estos van desde los pocos días de nacidos hasta aproximadamente los 8 años; en tanto que menores más grandes pueden tener datos o recuerdos que permiten o facilitan su reintegración familiar.

Si bien la ONG ha advertido que, como respuesta de la situación evidenciada, y sumándose a la tragedia heredad de 12 años de guerra en ese país, ha intentado movilizar a su personal especializado hasta la zona, las capacidades de atención son reducidas, por lo que eleva la voz para que esta situación también sea acompañada por otras entidades y organismos internacionales que puedan poner su lupa en el viacrucis de los niños no acompañados para formular eventuales soluciones o acompañamientos a este drama.

Sobre el particular, la entidad ha afirmado que, además de la falta de familia, el drama de los niños no acompañados también los pone en el foco de graves peligros como la trata de personas, y acciones abusivas en tanto su condición de desprotección.

La población más vulnerable según la ONG Word Vision, es la ubicada entre los 0 y 8 años. | Foto: AFP / BULENT KILIC

La ONG ha referido la necesidad no solo de que estos niños puedan contar con techo y alimento, sino también con medidas que ayuden a solventar el reto de la pérdida de sus padres, a través de tratamientos psicológicos que les ayuden a llevar el duelo, y que no deriven en traumas que revistan un mayor reto posterior relacionado con heridas de abandono, soledad, e incluso abuso.