El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, recalcó este lunes 13 de febrero la necesidad de “trabajar en todas las zonas de Siria” para ayudar a los damnificados por los terremotos de la semana pasada y reconoce “desafíos particulares” para dar apoyo a la población en las zonas en el noroeste del país bajo control de grupos rebeldes.
Pedersen, que se reunió en Damasco con el ministro de Exteriores sirio, Faisal Mikdad, indicó que “la ONU hará todo lo posible para apoyar al pueblo sirio en esta crisis” y mostró su “satisfacción por las garantías” de las autoridades sobre su “apoyo en el trabajo que se realiza en todo Siria”.
“Como saben, ha habido desafíos particulares inmediatamente después del terremoto para dar apoyo en el noroeste (de Siria). Creemos que está siendo corregido, pero por supuesto no puede arreglar todos los problemas que teníamos desde el principio”, dijo el enviado de la ONU, quien destacó que “la ayuda está llegando”.
“Es importante, como dije, que obtengamos más recursos y apoyo en las operaciones a través de líneas de frente y a través de la frontera (con Turquía). Nuestro foco es ayudar al pueblo sirio”, reitera según una transcripción de sus declaraciones facilitada por su oficina a través de su página web.
Por su parte, Mikdad subrayó “la necesidad de no politizar el aspecto humanitario y respetar la soberanía e integridad territorial de Siria”, antes de dar las gracias a Pedersen por su “solidaridad con Siria ante esta catástrofe humanitaria sin precedentes”, tal y como recoge la agencia estatal siria de noticias, Sana.
El ministro de Exteriores sirio ha mostrado además la voluntad de Damasco de “dar todo el apoyo posible a las personas afectadas por el terremoto y entregar ayuda humanitaria a los damnificados en todas las zonas, sin discriminación”, al tiempo que apuesta por “trabajar de cerca” con las agencias de la ONU para abordar las “consecuencias catastróficas del terremoto”.
Mikdad reclamó además el fin de las “medidas unilaterales” contra Siria, en referencia a las sanciones aplicadas por Estados Unidos y otros países europeos. Damasco denunció en numerosas ocasiones que estas sanciones afectan a la entrega de ayuda humanitaria.
En otro orden de cosas, el coordinador de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, se desplazó durante la jornada a la ciudad de Alepo para analizar la situación tras los terremotos, que han dejado más de 36.000 muertos en ambos países, incluidos más de 31.600 en territorio turco.
La ONU confirmó que este mismo lunes 6 camiones han cruzado la frontera con Turquía para entregar ayuda a los damnificados en Siria, en medio de las denuncias sobre la falta de atención a los afectados en el noroeste del país, zona controlada por diversos grupos rebeldes, entre los cuales destaca Hayat Tahrir al Sham (HTS), una organización terrorista heredera del Frente al Nusra que otrora fue filial de Al Qaeda en Siria.
La Sociedad Médica Sirio Americana (Sams), que da asistencia médica en las zonas controladas por los rebeldes, ha manifestado que “la falta de cobijo y alimentos tras el terremoto y el retorno prematuro a estructuras inestables puede tener efectos catastróficos en cuanto a salud sobre la población vulnerable”.
Abú Mayid, un voluntario de la Defensa Civil Siria, conocida como ‘cascos blancos’, manifestó que la gente prefiere volver a casas dañadas a esperar a los campamentos que están siendo erigidos en Idlib. “Hay una falta de todo y una entrega de ayuda transfronteriza no satisfará las necesidades de los desplazados”, critica en declaraciones a la agencia de noticias DPA.
El propio Griffiths reconoció el domingo que la población del noroeste de Siria ha quedado “abandonada” ante la falta de ayuda internacional para paliar las consecuencias del devastador seísmo. “Hemos fallado a la gente del noroeste de Siria. Se sienten abandonados, y con razón, en busca de una ayuda internacional que no ha llegado” recalcó a través de su cuenta en la red social Twitter.
*Con información de Europa Press.