El mundo sigue llorando la tragedia ocurrida la madrugada del pasado lunes cuando una serie de sismos en la zona limítrofe entre Turquía y Siria dejó un halo de destrucción y a miles de personas enterradas bajo los escombros, obligando a que se desplegaran ingentes operativos de rescate con salvavidas llegados de toda partes del planeta.

Si bien las labores de rescate han estado marcadas por escenarios emocionantes referidos al hallazgo con vida de adultos, niños y hasta mascotas, el panorama también se ha visto empañado por la recuperación de miles de cadáveres en una tragedia cuyo saldo mortal ha sobrepasado la barrera de los 24.200, de los cuales cerca de 20.600 corresponden a víctimas en Turquía, y el restante a los muertos en Siria.

Aunque el mundo se ha solidarizado enviando personal especializado de rescate para robustecer las acciones de atención de la emergencia, y remoción de los escombros en busca de personas que aún permanezcan con vida, las labores cuentan con un gran enemigo: el reloj, en tanto cada minuto que pasa es una posibilidad menos de hallar personas vivas entre los restos de las estructuras que se vinieron al suelo.

En medio de la tragedia, otro de los factores que ha dificultado las acciones de rescate ha sido el inclemente frío, que se convierte en un nuevo golpe para los sobrevivientes que, tras perderlo todo, se han tenido que congregar en carpas y refugios, sin la posibilidad de grandes métodos de calefacción para sopesar las adversas condiciones climáticas.

Cada minuto es una posibilidad menos de encontrar personas con vida bajo los escombros. Rescatistas aumentan esfuerzos en algunas zonas, mientras que en otras la labor se da por terminada. | Foto: REUTERS

Desde Organizaciones internacionales como la ONU, se ha advertido el gran número de afectados que actualmente necesitan de la solidaridad mundial, apuntando que mientras que en Siria cerca de 5,3 millones de personas han quedado sin techo, en Turquía, más de 870 mil precisan de un plato de comida en medio de la tragedia por el terremoto; escenarios que también están marcados por la pérdida de muchos de sus familiares.

Según precisan medios internacionales, desde el Programa Mundial de Alimentos, se solicitó la aprobación de una suma de 77 millones de dólares que serán destinados a alimentación de los afectados, teniendo en cuenta que fenómenos como el ocurrido también alientan el desplazamiento en busca de mejores condiciones dentro de la misma tragedia.

De momento, las donaciones de los distintos países del mundo no se han hecho esperar; no obstante, la situación también cuenta con algunos obstáculos referidos a los problemas logísticos para la distribución oportuna de las ayudas, en un ambiente marcado por la presencia de grupos armados que impiden el paso de caravanas, pese a haber hecho manifiestos los permisos y los ceses al fuego en varias regiones.

Se espera que la próxima semana se adelante una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU para analizar la situación en la zona.

Tras el terremoto y la tragedia derivad a de este, se ha abierto una polémica en Turquía respecto a la calidad y cumplimiento de estándares de construcción. | Foto: AFP or licensors

Luces de esperanza y desesperanza

Aunque con el paso de las horas la esperanza por hallar más personas vivas se reduce, en la madrugada de este sábado 11 de febrero, los cuerpos de rescatistas reportaron que, pasadas 121 horas desde la ocurrencia del sismo, habían logrado el rescate con vida de un adulto mayor, de aproximadamente 70 años.

De igual modo, transcurrida la hora 132 tras el terremoto, cuerpos de rescate también informaron que hallaron con vida a un padre de familia y su hija, quienes permanecen bajo los escombros, pero cuya salida se convirtió en la motivación de los esfuerzos adelantados este sábado.

Según refieren medios internacionales, el terremoto que sacudió a la referida frontera entre Siria y Turquía es el sismo más fuerte y mortífero que se registra desde 1939 en la región, con un estimado de 12.141 edificaciones que se vinieron al suelo, lo que ha abierto una discusión en torno a las leyes y regulación de la construcción en el país.

Pese al registro de nuevos rescates, ha trascendido que cuerpos como la Defensa Civil de Siria, también conocida como cascos blancos, decidió poner fin a las labores de búsqueda de sobrevivientes en regiones que se encuentran bajo el dominio rebelde, advirtiendo que tras 108 horas de búsqueda creen poco probable que se puedan hallar más sobrevivientes.

También advierten que la nueva fase se refiere a “recuperación de cadáveres”, advirtiendo que no existen estimados de cuántas personas más pueden permanecer bajo los escombros en el lugar.

Desde dicho cuerpo de rescatistas también se señaló el déficit en la ayuda internacional, lamentando cómo nuevamente Siria, no recibía la solidaridad mundial, haciendo referencia a la crisis que se vive en la zona por cuenta de la guerra.

Al igual que los cascos blancos, este sábado también se conoció que rescatistas del Ejército austriaco que habían llegado hasta Siria decidieron este sábado suspender las labores advirtiendo la falta de garantías de seguridad, denunciando que rebeldes han actuado en contra de los equipos internacionales.

Visita de la OMS

Este sábado, el director de la Organización Mundial para la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, arribó a la zona de la tragedia, más precisamente la ciudad de Alepo, en Siria, con el propósito de adelantar una supervisión a las instituciones sanitarias que han hecho frente a la tragedia, y conocer de primera mano la situación.

De acuerdo con un comunicado de la Organización, el directivo de la OMS llegó a Siria con un donativo de 37 toneladas de suministros médicos de emergencia, que buscan ser usados en la respuesta de la precaria situación de los hospitales.

Aunque se manifestó conforme con el donativo entregado, el directivo de la MS también apuntó que más ayudas de ese tipo se encuentran en proceso, consciente de las necesidades médicas que refiere esta situación. “Mañana habrá otra ronda con más de 30 toneladas métricas”, apuntó en declaraciones recogidas por medios internacionales.

Dentro de la preocupaciones de la OMS, se encuentra las secuelas de este terremoto sobre los servicios de salud en Siria y Turquía, advirtiendo que, en medio de la emergencia, también se tuvieron que suspender otros procesos que allí se venían adelantando, más aún, siendo un contexto altamente expuesto a “enfermedades diarreicas y otros problemas de salud”, incluidos los de corte psicológico.

El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, Visita este sábado Siria para supervisar la situación sanitaria del país tras el sismo. | Foto: (c) Copyright 2020, dpa (www.dpa.de). Alle Rechte vorbehalten