Las labores de búsqueda y rescate de personas atrapadas bajo los escombros de las edificaciones derrumbadas este lunes, 6 de febrero, como consecuencia del terremoto que azotó el sur de Turquía, no dan abasto y cada minuto los cuerpos de emergencia suman nuevas víctimas a este lamentable saldo.
De acuerdo con el más reciente reporte entregado por las autoridades locales, el sismo de 7,8 grados que sacudió la madrugada de Turquía, y su réplica de 7,5 grados en la escala de Richter, han dejado hasta el momento 4.365 personas fallecidas, en una estadística que está en constante evolución, y que incluye también algunos datos provenientes de Siria, país vecino que también recibió los embates del movimiento de tierra.
De acuerdo con los datos recogidos por las agencias internacionales de noticias, la cifra parcial resultante de la sumatoria de las víctimas mortales en Siria y Turquía podría seguir extendiéndose con el pasar de las horas debido a que los rescatistas siguen hallando víctimas tras la remoción de escombros y la llegada de nuevos cuerpos de emergencia provenientes de países vecinos.
De acuerdo con las autoridades sismológicas, el primer sismo, de 7,8 grados, se presentó pasada las 4:00 a. m., y tuvo como epicentro a la localidad de Pazarcik, territorio ubicado en la provincia de Kahramanmaras.
A su vez, el segundo sismo, que terminó por derribar muchas de las estructuras que habían quedado débiles con el primer terremoto, y con una intensidad de 7,5 grados, se presentó en la localidad de Ekinozu, representando una nueva ola de réplicas.
De acuerdo con las autoridades de riesgo de Turquía, uno de los principales factores para la tragedia es que las casas y demás edificaciones del sector no contaban con características de sismorresistencia, siendo sus estructuras realmente vulnerables ante esta clase de fenómenos naturales.
A la vez, en ese sentido, también jugó en contra la baja profundidad en que se presentó el primer sismo, pues al ser tan superficial, fue altamente perceptible y derivó en importantes daños.
En medio de la tragedia, las voces internacionales no se han hecho esperar, y desde distintos países de la región y el mundo se han manifestado palabras de condolencias y ofrecimientos de apoyo para la gestión del riesgo, la remoción de escombros, la búsqueda de personas desaparecidas y la atención de los damnificados a través de ayudas humanitarias.
Así, a entidades como la Unión Europea, se han sumado en lo corrido de la fecha otras instituciones internacionales como la ONU, que afirmó en un comunicado que ya posee personal en territorio que se encuentra evaluando y diagnosticando las más urgentes necesidades de la comunidad, con el objeto de establecer un plan de acción para iniciar la ayuda, más aún ahora que entra la noche y que muchos de los habitantes de la zona sur de Turquía perdieron sus casas o temen regresar a ellas.
Desde la Secretaría General de la entidad se conocieron las palabras del diplomático portugués António Guterres, quien se unió a las voces de lamento por lo ocurrido, y dio a conocer que en territorio ya se encontrarían delegados de Acnur, cuyo director, Filippo Grandi, presentó su voz de disposición a ayudar en la gestión de ayudas urgentes para las poblaciones más vulnerables.
Este lunes a primeras horas de la mañana también se pronunció la Unión Europea, que respondió a un clamor particular de ayuda por parte de Turquía.
Se espera que en lo corrido de la tarde, procedentes de España, arriben a Turquía un grupo de expertos en rescate que emplearán ayuda aérea en la búsqueda, y desplegarán un equipo de 85 rescatistas y sofisticados sistemas de sobrevuelo.
Al igual que España, Francia también está lista para extender la mano para ayudar a la comunidad de Turquía haciendo frente a la crisis que surgirá.
A su turno, desde Alemania, un país de fuerte presencia de migrantes turcos, también se escucharon las voces de reclamo por parte de la comunidad para que el Estado centre su esfuerzo en ayudar.
Países como Irlanda también presentaron su voluntad de apoyar en la crisis turca, ofreciendo insumos no perecederos que resulten indicados para los refugiados.
Una estrategia similar se desplegó desde Estados Unidos por orden del mismo Joe Biden, que se mostró afectado por la tragedia y pidió a los equipos de rescate “comenzar a apoyar los esfuerzos de búsqueda y rescate de Turquía”, con un énfasis en buscar responder a las necesidades de los heridos del terremoto.
Desde Norteamérica también se ha dispuesto la llegada del llamado equipo ‘los topos” de México, grupo especializado creado desde el terremoto de 1985 que se desplazarán a Turquía a poner en servicio su experiencia en la búsqueda de cadáveres y sobrevivientes.
En ese mismo sentido, países como Venezuela, India, Irán, Ucrania, Rusia y Reino Unido también han extendido su saludo y condolencias al presidente Erdoğan, quien decretó 7 días de duelo nacional, y le han manifestado su disposición para ayudar a las víctimas.
La cifra de muertos en cada país
Según reportan medios internacionales, si bien se cifra la catástrofe en más de 4.300 muertos, la cifra también señala que los muertos en Turquía superan los 2.921, mientras que en Siria se acercan a 1.444.
En cuanto a heridos, Turquía supera los 15.800, mientras que Siria sobrepasa las 3.400 personas que debieron ser atendidas por personal médico debido a las afectaciones sufridas por el sismo.