En medio de la preocupación y consternación mundial que ha despertado internacionalmente la tragedia derivada del terremoto en Siria y Turquía, el pasado 6 de febrero, este miércoles, el papa Francisco, máximo jerarca dela iglesia Católica en el mundo se ha unido a la ola de llamados de solidaridad para con las víctimas.
En su pronunciamiento público, el pontífice de 86 años, se refirió al difícil momento que atraviesan esos países, recordando que, incluso antes del sismo, muchos de los pobladores de los territorios afectados, estaban ya viviendo una difícil situación debido a la larga guerra que ha tenido escenario allí.
“Animo a todos a solidarizarse con esos territorios”, afirmó el papa al cierre de su audiencia general en el Vaticano; en declaraciones recogidas por medios internacionales.
En su pronunciamiento de solidaridad, el pontífice de origen argentino también animó a los feligreses a elevar oraciones por las víctimas, y agradeció por el trabajo que adelantan actualmente los cuerpos de rescate locales, y aquellos que han llegado a esos países para reforzar las labores de búsqueda.
Así como pidió oración por las víctimas, el pontífice católico también advirtió la necesidad de orar por los mismos rescatistas, reconociendo que estos están arriesgando su vida para salvaguardar o rescatar las de otros, más aún porque, adicional a la tragedia y el riesgo de las estructuras inestables, también se han enfrentado a situaciones climáticas adversas que hacen más peligrosa y difícil su labor.
“Oremos juntos para que estos hermanos y hermanas puedan avanzar frente a esta tragedia”, señaló el papa, quien afirmó que sus plegarias y solidaridad están con las poblaciones afectadas, recordando que la tragedia ha dejado más de 11.000 personas muertas y otros miles heridos en medio de un contador que no se detiene, y que sigue aumentando conforme pasan las horas.
“Con conmoción rezo por ellos y expreso mi cercanía a estos pueblos, a las familias de las víctimas y a todos los que sufren esta calamidad devastadora”, dijo el papa en declaraciones recogidas por medios internacionales.
“Doy las gracias a cuantos se están esforzando por prestar socorro, e invito a todos a la solidaridad”, sentenció el religioso a su vez a través de su cuenta de Twitter.
Este es el segundo pronunciamiento que hace el papa Francisco frente a la crisis que se vive en Turquía y Siria, luego de que el pasado lunes, 6 de febrero, el religioso se hubiese pronunciado para lamentar el devastador terremoto de 7,8 grados que sorprendió a Turquía en la madrugada, y cuyos efectos también afectaron el norte de Siria, en un escenario que se vio agravado por la ocurrencia de una réplica de 7,5 grados de intensidad, y otras tantas de menor fuerza.
Como consecuencia de la tragedia que atraviesa Turquía, el presidente de ese país, Recep Tayyip Erdoğan, decretó el duelo nacional por 7 días, y anunció que el estado de emergencia, con el fin de poder destinar los recursos necesario para atender la emergencia, se extenderá por cerca de 3 meses en algunas de las provincias del país ahora golpeadas por la devastación del terremoto.
Francisco también clamó por Ucrania
En medio de la audiencia de este miércoles el papa, que recientemente culminó su gira por África, volvió a incluir en sus oraciones al pueblo de Ucrania, población que recordó se encuentra bajo asedio violento hace cerca de un año, y que actualmente, por cuenta de las acciones bélicas desarrolladas por parte del Ejército ruso en el cambio de estrategia, se encuentran en difíciles condiciones humanitarias, en un contexto marcado por la falta de energía eléctrica, y calefacción, lo que hace menos llevadera esta temporada de frío extremo.
El conflicto en Ucrania está próximo a cumplir un año desde que las tropas rusas comenzaron la ocupación el pasado 24 de febrero de 2022.
Además de las víctimas del conflicto en Ucrania y el terremoto en Turquía y Siria, a través de su cuenta de Twitter, Francisco también expresó su solidaridad y oraciones para con las víctimas y afectados de los incendios forestales que presenta Chile en Sudamérica.