Más de 250 horas han pasado desde que un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter azotara a Turquía y Siria, teniendo como epicentro la Provincia de Kahramanmaraş, hoy, una de las más afectadas por el movimiento telúrico.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior de Turquía, detalló que la cifra sigue aumentando y llega a las 36.200 personas que han muerto a causa de los seísmos, mientras que más de 108.000 han resultado heridas, cifra que sigue en aumento.
Por otra parte, al menos 1.414 personas han muerto en las zonas de Siria controladas por el Gobierno, a las que hay que sumar 2.274 fallecidos en las zonas en manos de los rebeldes, según datos de la Defensa Civil Siria, conocida como ‘cascos blancos’.
La ONU hizo un llamado a hacer donaciones para enfrentar las “inmensas necesidades” de millones de personas sin vivienda ni alimentos tras el terremoto, Antonio Guterres, exhortó a los Estados miembros del organismo a aportar “sin demora” 397 millones de dólares para asegurar “una ayuda humanitaria que necesitan desesperadamente casi cinco millones de sirios”.
De hecho, en el lado sirio, por primera vez desde 2020 un convoy de ayuda se dirigió esta semana a las zonas rebeldes del norte por el puesto fronterizo de Bab al-Salama, con Turquía, integrado por 11 camiones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) cargados de carpas, colchones, mantas, alfombras y otros para ayudar a los afectados.
Las zonas fuera de control del gobierno sirio en el norte de Alepo y la provincia de Idleb (noroeste), donde viven casi tres millones de personas, figuran entre las más devastadas por el terremoto en Siria.
Los equipos de rescate siguen trabajando en la zona con la esperanza de hallar a más supervivientes, si bien los diez días pasados desde los terremotos, que han dejado más de 36.200 muertos en el país, hacen que las posibilidades de encontrar a personas con vida sean cada vez más escasas.
Por su parte, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) subrayó que los últimos terremotos que han sacudido el sur de Turquía y el noroeste de Siria han puesto de relieve la ya de por sí “precaria” situación de esa zona, al mismo tiempo que han afectado de manera “desproporcionada” a los menores.
“La infancia se ha visto afectada desproporcionadamente por el conflicto armado y ahora por el terremoto”, ha lamentado Carmen Monclus, portavoz de UNICEF desde la ciudad turca de Gaziantep, una de las zonas sacudidas por unos terremotos que han dejado hasta ahora más de 40.000 muertos.
UNICEF ya detalló que más de siete millones de niños se han visto afectados por los terremotos de hace unos días en el sur de Turquía y en el noroeste de Siria. A medida que transcurre el tiempo, la prioridad pasa del rescate a la recuperación de los cuerpos, por lo que previsiblemente las cifras de fallecidos aumenten y lleguen a los 40.000 muertos.
Continúan los rescates en algunas zonas sin perder la esperanza
Los socorristas turcos extrajeron a una joven de 17 años de entre los escombros de un edificio que se derrumbó por el devastador sismo de la pasada semana, aunque cada vez hay menos esperanzas de encontrar supervivientes.
Aleyna Olmez fue rescatada 11 días después de que se produjera el terremoto de magnitud 7,8, que destruyó ciudades enteras y dejó casi 40.000 muertos en el sureste de Turquía y en Siria.
“Parecía estar bien. Abrió y cerró los ojos”, explicó a la AFP Ali Akdogan, un minero que participó en las labores de rescate en Kahramanmaras, una ciudad próxima al epicentro del sismo. “Hemos estado trabajando aquí, en este edificio, desde hace ya una semana (...) Vinimos con la esperanza de escuchar algo”, afirmó.
Turquía suspendió las labores de rescate en algunas regiones. El gobierno de Siria, un país en guerra, tomó la misma medida en las zonas que están bajo su control.
Por otro lado, un hombre de 55 años y procedente de Ankara, fue detenido en la provincia turca de Hatay (sur) mientras intentaba robar un bebé en un hospital, aprovechando el caos generado por el sismo, informó la agencia de prensa oficial Anadolu.
El hombre se presentó como un ex responsable de la policía en el establecimiento, situado en la ciudad de Samandag, y reclamó un bebé, indicando su nombre, según Anadolu.
Con información de Europa Press y AFP*