La crisis carcelaria se agudiza en Ecuador, luego de que aparecieran cuatro presos ahorcados en una prisión, en medio de una batalla que libran las cárceles por las pugnas entre bandas del narcotráfico. Su magnitud se ha reflejado con el número de víctimas mortales: desde el año 2021 se han registrado más de 420 fallecidos.
“Durante la revista de pabellones, servidores del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria identificaron a cuatro personas privadas de la libertad suspendidas, sin signos vitales y con indicios de ahorcamiento”, señaló la entidad a través de un chat de prensa por WhatsApp. El caso tuvo lugar en una prisión de Portoviejo.
Dos de las personas halladas tenían procesos abiertos por su presunta participación en actos terroristas, al ser detenidos tras un ataque con un artefacto contra una unidad judicial de Portoviejo. Ese hecho se saldó con varios heridos, de acuerdo con información de medios locales.
Sigue crisis carcelaria
Las cárceles en el vecino país han sido escenario de confrontaciones que terminan en motines para disputar el control de mercados ilegales. Recientemente un censo indicó que en las prisiones de Ecuador, con capacidad para unas 30.000 personas, hay una población de 31.321 reclusos, incluidos 3.245 extranjeros (en su mayoría, por delitos de narcotráfico)
Esa nación, localizada en medio de Colombia y Perú, ha decomisado 455 toneladas de estupefacientes durante el gobierno del presidente, Guillermo Lasso.
En 2021 se registró el récord anual de incautaciones por droga, unas 210 toneladas. Entre tanto, la imagen del mandatario registra una caída en poco más de dos años desde que asumió funciones, pues para comienzos de mayo el nivel de aceptación se ubicaba en 13,93 %, según recogió Ecuador en vivo de un informe.
Italiano fue liberado en Ecuador
Una completa ‘pesadilla’ fue lo que vivió, a mediados de junio, un italiano radicado en Ecuador tras haber sido secuestrado. “Pensaba que mi vida se acababa, mis sueños, mis proyectos, mi familia”, dijo el empresario, Panfilo Colonico.
“Son momentos difíciles que todavía tengo adentro”, agregó el chef y dueño de un restaurante en una zona reconocida de Guayaquil. Todo comenzó el viernes 23 de junio cuando “cuatro sujetos”, dos de ellos con uniformes de policías, llegaron armados a su establecimiento y se lo llevaron.
Por casi una semana el europeo vivió un ‘martirio’ psicológico antes de que sus victimarios lo dejaran en una carretera, gracias a la “presión policial”, según dijeron las autoridades. Durante las investigaciones fue abatido un sospechoso.
¿Cuál era el propósito de los delincuentes?
El empresario estaba empezando a convencerse de tener poco tiempo de vida. “Descubrí que mataron a un supuesto secuestrador y allí tuve más miedo de que la venganza pudiera pasar en algún momento”, aseguró Colonico.
Finalmente, unas horas después lo liberaron. “Me dijeron: nosotros vamos aquí y tú camina a la parte opuesta sin virar la cabeza. En ese momento yo pensaba: ‘me van a dar un tiro’. Gracias a Dios, no pasó”, añadió. Una vez en libertad, tomó un taxi hasta su negocio.
Según comentó, el objetivo del secuestro era la extorsión. “Querían primero un millón (de dólares), después bajaron a medio millón. La última vez que (...) 300.000 dólares”. El italiano admitió que para su liberación se pagó un rescate, pero no se sabe quién lo efectuó. “Todavía no sé el detalle de quién la pagó, pero estuvo pagado. (De lo contrario) no estaría aquí, créame”, afirmó a los medios de comunicación.
“Los primeros dos días fui golpeado duramente para intentar sacar información. Pensaban que yo tenía una cantidad de plata en el restaurante (o) en efectivo, en la casa”, dijo Panfilo Colonico.
*Con información de AFP.