Seguidores de la corona británica aseguran haber identificado un patrón en el comportamiento del rey Carlos III que dejaría ver un complejo con una parte específica de su cuerpo. Situación que se vería reflejada en múltiples fotografías donde el monarca busca a toda costa evitar que sea visto.
Ser parte de la corona británica no solamente es sinónimo de poder e influencia, también significa ser observado constantemente y perder la privacidad. Situaciones a las que Carlos III ya se encuentra habituado, sin lugar a dudas.
Sin embargo, cuando faltan tan solo días para que se lleve a cabo la coronación del heredero de la fallecida Isabel II, salieron a la luz algunas versiones sobre los complejos físicos que tiene el monarca y que le generan incomodidad en medio de actos públicos.
Seguidores de la corona afirman que el rey Carlos III oculta con fervor sus “dedos de salchicha”, como él mismo los llamó en medio de una gira en 2012.
Las manos del rey se han podido ver más hinchadas de lo común, esto tendría que ver con una condición médica que aún no ha sido revelada por los médicos de la familia real. Carlos, de 74 años, podría padecer alguna condición relacionada con su edad.
Este fin de semana se publicaron unas fotografías oficiales de cara a la coronación del heredero, allí se puede observar cómo el monarca oculta sus manos detrás de su cuerpo para que no queden captadas en las trascendentales imágenes.
Lealtad en la ceremonia
Todos los británicos y otros pueblos de los que Carlos III es jefe de Estado serán llamados a jurar lealtad al soberano en su coronación, algo hasta ahora reservado a los representantes de la nobleza británica y que causó molestia entre los antimonárquicos.
La oficina del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, que dirigirá la ceremonia de coronación el 6 de mayo en la abadía de Westminster, anunció el sábado que el tradicional “homenaje de los pares”, en el que una larga lista de representantes de la nobleza se arrodillaban ante el rey y juraban lealtad, será suprimida.
En su lugar, la ceremonia incluirá un “homenaje del pueblo”.
El arzobispo llamará a “todas las personas de buena voluntad en el Reino Unido de Gran Bretaña y de Irlanda del Norte, y de otros reinos y territorios, a rendir homenaje, con el corazón y la voz, a su rey incontestable, defensor de todos”.
Deberán pronunciar estas palabras: “Juro que tendré una lealtad sincera a Su Majestad, así como a sus herederos y sucesores conforme a la ley. Y que Dios me ayude”.
Los parlamentarios británicos, así como los canadienses, pues el soberano británico es su jefe de Estado, prestarán juramento de lealtad al monarca cuando entren en funciones.
El domingo, varios políticos electos interrogados en los medios británicos indicaron que pronunciarán el nuevo juramento en la ceremonia de coronación.
Sin embargo, los antimonárquicos criticaron el cambio y el movimiento Republic, que prevé manifestarse el sábado 6 de mayo, lo calificó de “ofensivo” y de gesto de “desprecio al pueblo”.
“En democracia, el jefe de Estado es el que jura lealtad al pueblo y no a la inversa”, denunció Graham Smith, portavoz del movimiento.
La introducción de este nuevo juramento es solo uno de los cambios que tendrá la ceremonia, un ritual de varios siglos de antigüedad y que el palacio quiere cambiar, especialmente para reflejar la diversidad del país.
Por primera vez, mujeres obispos participarán en la ceremonia religiosa, así como representantes de cultos no cristianos.
El rey recitará una oración en voz alta y la reina consorte Camila recibirá la unción frente al público. Otra novedad es que se leerán textos en lenguas de otras naciones del Reino Unido.
*Con información de AFP.